Así se vive en Rusia

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

EN LA BOCA DEL TUNEL

 

Escribe: Fernando Jiménez

Desde Moscú – Rusia

Es un país noble. Aunque sus habitantes tengan la tez muy blanca y su faz dura tratan de ser amables. Pocos o casi nadie habla inglés y si lo hacen no se les entiende. Nos comunicamos con señas, muchas veces desesperantes. Quieren entendernos, desean ayudarnos, pero tenemos que recorrer a la tecnología y bajar la aplicación traductora en el celular y poner de español a ruso para hablarles y de ruso a español para ver qué es lo que nos contestan. Moscú es una ciudad grandísima. Su atractivo más singular es la Plaza Roja donde su ubica el Kremlin, es ahí donde despacha Vladimir Putin, su mandatario.

 

Cada día que pasa le vamos agarrando la mano. Desde que llegamos al sorprendente aeropuerto Sheremétievo, más pequeño que el Domodedovo, pero los dos impresionan por su estructura y el flujo de pasajeros que reciben y despiden diariamente. Los hoteles oscilan entre los 50 a 300 dólares la noche. Pero hay hostales un poco más alejados de la ciudad que tienen precios accesibles para los turistas que están de paso. Los taxis tienen tarifas más caras que los UBER que son los más solicitados a través de la aplicación, cobran un 30 por ciento menos que los oficiales de color amarillo. La moneda es el rublo y tiene una cotización aproximada de 60 rublos por dólar y 74 rublos por euro. Nadie quiere esas monedas, ellos mueren con los rublos.

 

La comida está compuesta por sopas. Hay de diversas variedades que se acompaña con pan. Los segundos tienen carne y arroz y acostumbran a tomar infusiones después de las comidas. No sirven en taza sino en una tetera. Hay latas de cerveza y gaseosas. Los precios son accesibles. Un menú está entre los 300 a 500 rublos, es decir de unos 5 a 8 dólares. El costo de vida no es caro si se tiene en cuenta que el sueldo promedio en este país es de 600 dólares mensuales. El alquiler de un departamento con una habitación oscila entre 500 a 600 dólares. Claro está que con esto del Mundial los precios se han elevado el doble.

 

Los trenes y subterráneos no son modernos. El precio del pasaje está en unos 110 rublos, casi dos dólares o unos 5 soles. Un taxi al centro de la ciudad está entre los 10 a 15 dólares. Si uno se quiere tomar un cappuccino por ejemplo en un bar debe desembolsar unos dos dólares, una Coca Cola no llega al dólar, una cerveza importada en lata está entre 2 dólares y medio. Un buen par de zapatos de cuero para hombre está en los 100 dólares y un par de zapatillas Nike o Adidas unos 85 dólares en un Centro Comercial, así como un blue jean o vaquero está en los 80 dólares.

 

Rusia ha pasado por importantes transformaciones desde el fin de la Unión Soviética. De una economía planeada fue a una economía de mercado globalmente integrada. Desde 1990 privatizaron en gran parte su industria, sin tocar lo energético y militar. La protección de los derechos de propiedad es pequeña y el sector privado está sujeto a intervenciones del Estado. Hace seis años Rusia era el principal exportador de petróleo y gas natural del mundo. Y el tercer exportador de acero y aluminio.

 

Los rusos no sonríen. A diferencia de los europeos y latinoamericanos que sonríen a todo el mundo por cortesía. Ellos solo sonríen si realmente uno les cae simpático. Al principio incomoda, pero cuando uno se acostumbra aparecen las sonrisas que denotan que uno les cae bien. Sorprende que tan poca gente sepa hablar inglés y es muy difícil conseguir trabajo a un extranjero, salvo que aprenda el idioma. El clima en verano como ahora no es con altas temperaturas. Muy pocas veces llega a los 25 grados, pero el invierno si es letal. La temperatura llega hasta los 30 grados bajo cero.

 

Nos alejamos un poquito del fútbol. Quisimos que usted sepa cómo vive el país que es el centro mundial del fútbol.

 

 

 

 

 

loading...