Ayudemos al “Patrón”

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

No quería escribir de este tema porque me parece ocioso. Pero es coyuntural y me veo obligado a hacerlo. De una u otra manera a José Velásquez le tengo aprecio y hasta admiración. No es malo, sino tiene sus arranques de locura. Para mí no es sorpresa porque eso mismo y mucho más me lo dijo en una entrevista que le hice en Barquisimeto (Venezuela) hace 20 años. Después se arrepintió y negó todo. Me hizo quedar mal, pero después hablamos cuando vino a buscarme a Todo Sport y entendió la explicación que le di por haberla publicado. Creo que esa entrevista le valió para que lo pusieran como asistente de Pacho Maturana en la selección.

 

Sé por unos amigos de él que me llamaron ayer que José no está bien. Soporta una depresión terrible. Vive solo. Tiene nueve hijos y se recursea trabajando en un colegio. Su salida de la televisión en la que actuaba como comentarista lo ha sumido en una profunda tristeza. Me cuentan que hasta han hablado con César Cueto para que lo inserte en la religión que él profesa, pero él se resiste. Nunca aprobó la ayuda de un psicólogo. Una vez dijo cuando estaba en la selección: El mejor psicólogo para un futbolista es la plata. Él se sigue sintiendo El Patrón y cree ser invulnerable. Por eso sus declaraciones son con atisbos de soberbia.

 

Se equivocó feo al prender el ventilador y mancillar honras. Me cuentan que la familia de Marcos (Calderón) está deprimida. La hija de Raúl Gorriti le quiere hacer juicio. Juan José Muñante lo ha tildado de antisocial y Ramón Quiroga de payaso. José siempre supo que en ese Argentina 6 Perú 0 hubo algo raro, pero no tiene pruebas. Aflora su conducta mitómana y de una falacia hace una verdad. Él sabe que no va a poder demostrarlo en los tribunales. Esa derrota dolió mucho. Yo estuve en Argentina cuando ocurrió ello. No pude ni dormir tras la goleada. Hasta mis compañeros de oficina me cargaron en hombros cuando fui a trabajar el lunes. Ellos, antes del partido, no creían que nos iban a meter seis goles. No tienen idea la vergüenza que pasé ese día porque en el extranjero se siente mucho dolor cuando nos golean.

 

Esta denuncia de José nos hace mucho daño. Los cables han dado la vuelta al mundo y volvemos a estar en la cresta de la ola. Mis amigos periodistas de Argentina, me dicen que el clásico Boca – River en Mendoza por la Supercopa, tapó todo este escándalo. Menos mal. Han pasado 40 años y hasta ahora son meras especulaciones. Nadie ha mostrado las pruebas del caso, todas son conjeturas, hasta hay un libro escrito por el hijo de un narco colombiano que habla sobre este caso. Si hubo echada la hicieron bien, tampoco voy a poner las manos al fuego por nadie. He investigado por todos lados y hasta he hablado con los protagonistas de ese partido. Lo único que lo tomo como una verdad es que Argentina actuó con “Ayudín”. Claro, el mafioso de Lacoste, presidente del Ente Autárquico Mundial 78, arreglaba todo como para que no haya control antidoping. Pero si lo hubo en el Perú – Escocia cuando dio positivo el escocés Johnstone. Puedo tener algunas pistas, pero no como para atreverme a mancillar honras de gente que ha demostrado decencia durante todos estos largos años.