En su debut en el banquillo, Nolberto Solano, debuto con victoria sobre Ayacucho FC.
Y es que la experiencia no se compra en la farmacia. Nolberto Solano, llegó hace poco a suelo peruano para viajar a Áncash y comandar el conjunto del FC San Marcos. Hoy tenía su primer reto, ir por los tres puntos frente a Ayacucho FC de visita y vaya que lo cumplió. De esta forma FC San Marcos, sigue en la pelea por meterse en los play-offs de la Liga 2.
A pesar de los pocos días trabajados, Solano supo poner un cuadro equilibrado para su difícil visita al Estadio Ciudad de Cumaná y llevarse la victoria por 2-3. Si bien la fecha se tornaba complicada, “Ñol” supo imponer la tranquilidad necesaria al equipo para que se concentre solo en sus virtudes y saquen, todos juntos, el partido adelante.
Pitazo inicial del árbitro y los ayacuchanos querían hacer respetar la casa pero, M. Velarde, ponía el primero con un gol prácticamente de vestuario para la visita y encendía las alertas en Ayacucho FC que no esperaban un gol tan rápido. Los locales adelantaron sus líneas para ir con todo por el empate.
Puedes leer:
¡Grupo de Alianza Lima para Copa Libertadores Femenina 2024!
Sorpresivamente, Jhonny Mena a los 5′ marcaba un autogol por parte de los “Zorros” que le daba la ventaja a FC San Marcos. Alegría para Solano y compañía. Emoción que aumentaría, ya que, la máxima figura del equipo, Wilmer Aguirre, ponía el segundo para la visita y hacía soñar.
El partido se complicaría cuando S. Peralta ponía el empate parcial a los 69 minutos y, aunque el empate no era un mal resultado, FC San Marcos, quería los tres puntos sí o sí, ya que, eran consientes que venían demostrando un mejor desempeño que los locales. El partido continuaba y se venía lo mejor.
En los minutos finales, exactamente en el 85′, apareció F. Castro para, poner justicia por el juego y decretar la algarabía para FC San Marcos. Nolberto Solano, no pudo ocultar su alegría y se abrazó con todos los que estaban en la banca de suplentes, era consiente que era un partido clave para reconfirmar que el equipo está más unido que nunca.