Murió  la flor

Aldo Proietto revisando las diapositivas cuando era subdirector de El Gráfico en 1989.
Aldo Proietto revisando las diapositivas cuando era subdirector de El Gráfico en 1989.

Cerró en su edición impresa El Gráfico, la revista argentina más leída en el mundo

Escribe: FERNANDO JIMÉNEZ

La noticia es lapidaria: Cerró El Gráfico, señala la información. “Torneos y Competencias lamenta informar que ha decidido discontinuar la versión impresa de la revista El Gráfico. Esta triste decisión se tomó en un contexto global de decreciente consumo de medios impresos que ha afectado a nuestra revista. Adicionalmente, en los últimos años la empresa ha llevado adelante diversas estrategias de producto y comerciales para intentar revertir la situación económica deficitaria de la revista. La empresa está analizando otras alternativas para que El Gráfico pueda seguir generando contenidos e información fuera de su formato tradicional. Más allá de la interrupción de la impresión de la revista, el archivo de El Gráfico que incluye fotos y ediciones anteriores, continuará disponible para ser consultado.”

UNA TRISTEZA ENORME

Ernesto Cherquis Bialo
Ernesto Cherquis Bialo

Una gran pena invade mi alma. Fue la revista deportiva más importante del continente y del mundo. Creada hace 99 años por la familia Vigil, uruguayos de nacimiento, vio apagarse le luz un miércoles 17 de enero del 2018. Así quedará reflejada en la historia. Muchos lectores empedernidos de El Gráfico sentirán una pena enorme por esta noticia.
Hace pocos días en Buenos Aires, en parte de la entrevista que le hizo a Aldo Proietto, su último director, me decía: “Es difícil sostenerla. Han hecho decenas de proyecciones para levantar las ventas y el público no responde. Ya no hay más ese periodismo romántico de antaño, cuando todos esperaban los comentarios escritos de las plumas maravillosas de esos años. Yo creo que nos estamos embruteciendo”.

RECUERDOS DE EL GRÁFICO

A fines del 89 viajé a Buenos Aires para traer un concurso que potenciaran las ventas del diario El Nacional. Me envió Lorenzo Villanueva, quien era el director del diario en aquella época. Al llegar a la capital argentina fui a la redacción de El Gráfico para buscar a mi dilecto amigo y colega Jorge Barraza. Me recibió con un “dale, dale, vamos a Vélez juega con Independiente y tengo que hacer ese partido”.
Nos fuimos en la unidad móvil junto a dos reporteros gráficos. Era un sábado, al filo de las seis de la tarde. El partido empezaba dos horas después. Recuerdo que aquella vez aproveché para entrevistar a Mario Humberto Lobo, un delantero argentino que había jugado en Cristal.
Y me topé con César Luis Menotti, a quien también le hice una nota.

Emilio Laferranderie, El Veco, fue una de las mejores plumas de la revista.

No recuerdo como salió el partido, pero regresamos con Jorge (Barraza) a la redacción. Lo que más me llamó la atención fue la tranquilidad para sentarse en la máquina de escribir y empezar a desarrollar el encuentro. Inclusive, le pidió dos sanguches de milanesa a la señora que se paseaba por la Redacción con sus sanguches y la Coca Cola de rigor.
Y yo que escribía a full cuando regresaba de cubrir un partido en Lima, claro era por el apuro del cierre. En El Gráfico nadie se desesperaba. Eran las 11 de la noche de un domingo y ellos trabajaban tranquilos y sin exaltarse

ASI SE HACIA EL GRAFICO

El director era Aldo Proietto. Lo miraba como editaba las 360 diapositivas que había sido revelada de los rollos. Eran 10 rollos que habían pasado por el laboratorio. En una mesa había un fluorescente que alumbraba el vidrio blanco de la mesa. “Esta es la tapa, nene”, le decía al Editor de Fotografía. Y estas seis van en las páginas 2, 3 4 y 5. Abre con la muestra el paisaje de fondo de la tribuna en la que los hinchas de Independiente gritan el gol de Bochini”.

Yo observaba atentamente sus indicaciones. Barraza masticaba su pan con milanesa, tomaba un sorbo de Coca Cola y sonreía. Entonces, se me ocurrió una idea: Voy a hacer una central de esto. Y ya cuando regresé publiqué una nota grande que titulé: ASI SE HACE EL GRAFICO.
Fue muy buena e impactante. Recuerdo que el día que se publicó se me acercó el gran Carlos “Chino” Domínguez, uno de los más grandes reporteros gráficos, que parió nuestra patria y me dijo: “Mencho que buena tu nota. Pensar que a ellos les dan cinco o diez rollos y a nosotros con las justas dos y quieren que hagamos milagros”. Sonríe. Y es verdad, porque muchas veces se trabaja en nuestro país en medio de adversidades, que solo los periodistas sabemos.

SUS GRANDES PLUMAS

Por su redacción pasaron grandes periodistas. A El Gráfico no se iba a buscar trabajo, ellos seleccionaban a sus periodistas cuando leían sus notas en otras publicaciones. A don Oswaldo Ardizzone lo conocí, cuando estudiaba Periodismo en la universidad, en la Calle Florida con Lavalle. Estaba ataviado con su clásico gamulán y su bufanda sobre su cuello. Mi espíritu intrépido de aquellos años juveniles me llevó a acercarme a él y saludarlo.

Le conté que estaba estudiando Periodismo y sonrió. Más aún cuando le dije que era peruano. “Mi mujer va a demorar en salir, venga que le invito un café en aquel bar”, me dijo. Y yo de plácemes que tuviera ese gesto una luminaria del periodismo argentino.
Le pedí un consejo para cuando me gradúe de periodista. Y recuerdo que me dijo: “Mire nene, cuando escriba una columna siempre deje algo. Provoque una sonrisa, una lágrima, un enojo y hasta una gran puteada. Esos lectores lo van a seguir leyendo, sino mejor no escriba nada”. Nunca me olvidé de ese consejo.

Yo lo admiraba. Rompía todos los cánones del periodismo. Su prosa era extraordinaria. Empezaba a veces su texto como por ejemplo: “Ayer me levanté muy temprano y no tenía ganas de hacer nada”. Eso ya me provocaba una sonrisa. A su texto le metía palabras del lunfardo argentino. Era como la jerga nuestra. Ya cuando alternábamos en los estadios, años después me recibía con un “qué hacés bepi”. Hablaba muchas veces al revés. Hasta me puso de apelativo “Perita”, por querer decir peruano.

DISCULPEME LE VOY A QUITAR LA PELOTA

Recuerdo que un día leyendo revistas antiguas de El Gráfico me encuentro con una en la que lo entrevistaba a Julio Meléndez. Le puso de titular “Discúlpeme, le voy a quitar la pelota”. Y agregaba en la sumilla: “Julio Meléndez Calderón, el defensa más limpio del fútbol argentino”.
Siempre sentí admiración también por otros periodistas.

Cómo no recordar a Héctor Vega Onessime, quien fue como enviado especial a Chile y cuando concertó una entrevista con Ignacio Prieto, DT de la selección chilena por esos años, éste lo citó a su casa. Le dio la dirección y le dijo: “Espéreme en mi casa que a las 8 de la noche llego”. Onessime fue a la dirección que le dio y cuando le abrieron la puerta salió una señora bellísima de quien se enamoró en el acto. Era la esposa de Prieto. Ambos se enamoraron y ella dejó a Prieto y se casó con Onessime, quien tuvo que irse a vivir a Santiago, dejando todo en Buenos Aires.

Emilio Lafferranderie, El Veco”, fue otra de sus grandes plumas. Un día estaba en la redacción, sábado por la noche, y el director Ernesto Cherquis Bialo le dice: “¿Qué tenés que hacer más tarde?”. Nada, le respondió Veco. Además, no tengo un mango en bolsillo. Acompáñame a Pilar que tengo que ver a novia, hace un asado en su casa. El Veco lo acompañó y ahí conoció a la hermana de la novia de Cherquis. Se enamoró y se casó tempo después con ella. Cherquis fue su cuñado.
Por El Gráfico pasaron plumas maravillosas como Ricardo Lorenzo “Borocotó”, otro de los grandes. Natalio Gorín, un periodista que cuando criticaba era como si le metiera un alfiler al personaje. Muchos adictos a ese periodismo de criticaba, esperaban ansiosos los lunes por la noche el texto de Natalio Gorín. Es que El Gráfico llegaba a los kioscos del centro de Buenos Aires a partir de las ocho de la noche y ya había colas esperando la revista.

“PASA LA NAVIDAD CON MARADONA”

Jorge Barraza fue otra de las plumas juveniles, por esos años, que tuvo El Gráfico. Recuerdo una nota que le hizo a Franco Navarro y tituló: “El peruano que conquistó Avellaneda”. Cuando El Gráfico se deshizo de algunos buenos periodistas, Barraza fue Editor de la Revista de la Conmebol.

El sugirió que la revista contratara a Daniel Arcucci, un jovencito que tenía vena en el periodismo y por eso lo convocaron. Ni bien llegó el director le dijo: “Quiero que usted pase la navidad con Maradona, lleve su cámara fotográfica y usted mismo hace la nota y las fotos. Ojo, quiero que esté con Maradona toda la nochebuena y la navidad”.

Arcucci tembló y fue a cumplir su comisión. Diego le tiró la puerta diez veces en la cara. Hasta que tras hacerlo esperar como 10 horas y los cohetes empezaban a sonar, se apiadó de él y lo hizo entrar a su casa. Cuando regresó con la nota y se la dio escrita en carillas, el director le dijo: “Increíble, yo te dije en broma, pensé que ibas a ir a tu pueblo a pasar la navidad con tu familia, Jajajaja, pero hiciste lo imposible. Te felicito”. Arcucci quedó contratado en la empresa desde ese momento.

LOS GRANDES TITULARES

Cuando Argentina empató con Perú en River y ellos clasificaron a México 86, El Gráfico tituló en las páginas 2 y 3: CLASIFICAMOS…y la 4 y 5 decía: PERO MAMA MIA COMO SUFRIMOS.
Otra de las portadas ingeniosas que vendió miles de ejemplares fue ¡VERGÜENZA! Y la tapa era totalmente negra de luto sin foto. Fue cuando Colombia goleó a Argentina 5-0 en la misma cancha de River.

Cuando Argentina campeonó en el 78 la portada fue: ARGENTINA CAMPEON y vendieron 1 millón de ejemplares y cuando lograron el título en México la tapa fue: CAMPEONES DEL MUNDO y vendieron más de 600 mil ejemplares. Y cuando le ganaron a Inglaterra con la “Mano de Dios” el titular de tapa fue: NO LLORES POR MI INGLATERRA.

HASTA SIEMPRE GRAFICO

Muy pocos saben que nuestro compatriota Carlitos Enciso Pérez Palma fue corresponsal de esta prestigiosa revista desde 1978 en pleno mundial. Un día me contó que justo fue a la revista por encargo de Pocho Rospigliosi y se hizo tan amigo de todos ellos, que lo nombraron su Corresponsal. Cuando salió la primera nota de Enciso en El Gráfico, Pocho le dijo: Oye qué es esto. Enciso le contó que lo habían nombrado su corresponsal y Pocho se enojó y se puso celoso. Por qué pasas por encima mío, pues.
Este es mi homenaje a tan espectacular revista. Y estoy en el lote de sus hinchas. Ojalá algún día aparezca el milagro y vuelva a salir a circulación. Los lectores lo exigimos. Chau Gráfico, siempre te recordaremos.