Empatamos. Está bien. Pero tampoco es para salir a celebrarlo a las calles. Mejoramos, de lo anterior, De la opaca Copa América que hicimos. De las dudas que nos sembró Fossati. Esta vez aprobó el parcial, falta Ecuador para ver si pasa el examen con nota aprobatoria y no fue flor de un solo día. Lo que causa hilaridad es que los que pronosticaban la derrota ahora afirman que debió ser una victoria. No los entiendo. A veces me consultan antes de los partidos y yo no soy mago ni pitoniso para acertar un resultado. Detesto a esos que siempre repiten: Yo lo dije. Esto es partido a partido. Cada uno es una historia distinta. Juegas bien y pierdes, juegas mal y ganas, de suerte. Esto es fútbol, como repiten los futbolistas de aquí y del mundo. Algunos ni saben lo que eso significa.
El análisis que debo hacer y me hago cargo, es que mejoramos por cuestiones elementales que debe tener la selección: ACTITUD., La tuvimos. GENEROSIDAD: Siempre hubo apoyo al compañero, en la marca. JERARQUIA: Bien Zambrano atrás, muy bien López por su banda. Aprobado Peña en la conducción y excelente Renato Tapia, dándole el balance necesario al equipo. Una cosa es sin él y otra con él en la selección. Quita, releva, sale con calidad y apoya a su línea anterior y posterior. Para mí, el mejor de la cancha, aunque con actuaciones muy buenas de Gallese, salvando el peligro, el gol de Callens y el ímpetu de Lapadula y Valera. Al primero le anularon un gol y el segundo metió un cabezazo que sorprendió a Camilo Vargas y pudo conjurar. Al menos, en este partido llegamos al arco y pateamos.
Colombia es un buen equipo. Todos juegan en las ligas mayores. Es el actual subcampeón de la Copa América. Su fútbol ha evolucionado en los últimos años y nosotros nos quedamos los mismos años que ellos mejoraban. Recuerdo que de niño, me daba pena cuando les ganábamos. Su única estrella era Willington Ortiz. Era un país con muchos extranjeros en su campeonato. Compraban argentinos y peruanos. Hasta que apareció Pacho Maturana y nacionalizó el fútbol colombiano. “Más de lo nuestro, menos los de afuera”. Y empezó con su Nacional de Medellín al que lo sacó subcampeón de la Libertadores. Y le metió cinco /5) a Argentina, en su mismo Monumental. Y fueron emergiendo. Hubo un Plan de Reorganización Nacional, y hoy disfrutan su presente.,
Mientras ellos mejoraban y crecían, nosotros retrocedíamos como el cangrejo. Trajeron como DT a un brasileño que hacia partidos de práctica entre solteros y casados. Su mayor mérito era haber jugado al lado de Pelé. Después a un loquito se le ocurrió apelar a la Escuela Yugoslava y trajeron a Popovic. Se seguían equivocando, nuestros “genios” dirigentes. Lo botaron y pusieron a Oblitas, no lo hizo mal, jugaba bien la selección, pero aparecían los borrachitos y habitués de los salsódromos, que ahora dan lecciones de vida, en sus programas de Youtube. A uno lo chaparon los patrulleros a las 5 de la mañana y dijo que había salido a comparar pan. Increíble. Por diferencia de goles no fuimos a Francia 98
Y así por el estilo que me resulta ocioso enumerar. Mientras ellos iban a los Mundiales 90, 94 y 98. Y mientras mirábamos esa evolución nosotros involucionamos. El autoestima por los suelos. Apareció fulgurante Gareca y nos ilusionamos. Muchos de mis amigos dicen debió seguir. Ellos no saben lo que pasó atrás del telón. Y no lo culpo a Lozano, sino primero a Oviedo. De 70 mil dólares que ganaba antes de ir a Rusia, esa cifra subió a 250 mil dólares mensuales que le ofreció Oviedo. Y nos agarró de cholitos. No trabajó los años del COVID, los jugadores le soltaron la mano, bajó un cambio, metió a su familia al avión parrandero, porque ya se creían en Qatar 2022. Y al final, Australia nos dio una patada en el cucú. Y chau Era Gareca. Quiso seguir en Perú, pero no se bajó un dólar del contrato anterior. Fin de la novela. Shot
Este empate no me ilusiona, si me tranquiliza, por los argumentos enumerados. No soy de sentirme eliminado y muerto antes de tiempo. La mejor verdad, es la realidad, decía un viejo caudillo. Y la realidad es que estamos últimos. Solo tres puntos en siete fechas. A la luz de la tabla, catastrófico, pero no jugamos solos. Ellos también se irán cayendo. Paraguay robó un empate ante Uruguay, en Montevideo. Bolivia goleó 4-0 a Venezuela. Brasil le ganó 1-0 a Ecuador. Argentina ahora enfrentará a Colombia. Y no le será fácil, los colochos ya le tomaron el pulso.
Olvidémonos de Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y Ecuador. Ellos van a clasificar en el 90 por ciento de posibilidades. Tienen equipos más sólidos y homogéneos. La lucha será entre los que buscaremos el sexto cupo y está entre Perú, Chile, Paraguay, Venezuela y Bolivia., Y el que le haga partido y le saque puntos a los favoritos estará en el Mundial y de última en el repechaje. Con los rivales directos no podemos perder puntos al menos en casa y si podemos robar afuera, avanzaremos pasito a paso. Sino a llorar a la playa. Esto es fútbol. Y ojo no lo digo de cachita. Lo repito, esto es fútbol.