Una cobertura diferente

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Escribe: Fernando Jiménez

Desde Sochi – Rusia

“Necesito un pasaje para Moscú, si pudiera ser para la madrugada del domingo porque tengo que estar en el Rusia- España”, le escribo en el traductor del celular a la hermosa counter que nos atiende en el aeropuerto de Sochi. Su mirada se traduce o al menos percibo que me está diciendo: “Usted está pidiendo un imposible”. Los aviones están repletos. Los uruguayos y portugueses han invadido esta ciudad. Entra a su computadora y suelta el estiletazo. “Ahí le encontré un lugar en la línea aérea Nordwin, tiene que abonar 500 dólares, es lo único que tengo. Ah, pero tiene que pagarme en rublos. Así que a 200 metros le pueden cambiar en el banco”.

 

Juan Carlos Betancourt, quien no es familia del “Cuchi” que jugaba en Muni en la década del 60, es un asiduo lector de esta columna, lo cual le agradezco sobremanera. El me pide que analice los octavos de final. Hoy arranca. Empiezan Argentina-Francia. A mí me gustaron los franceses. Los vi en vivo y en directo ante Perú. Juegan bien, tratan mejor el balón. Admiro la enorme capacidad y una mixtura impresionante de Pogba. Corta, quita, toca y arma. Me quedé embelesado con su calidad. La velocidad de Griezmann para buscar los espacios y la definición de Mbappé para llegar en el momento justo. Argentina está en deuda. Depende mucho de Messi. Si está en su día puede hacer destrozos, si se apaga los argentinos van a sufrir con los galos porque no elaboran y tampoco desequilibran.

 

Vamos a tener el privilegio de ver a Uruguay ante Portugal en vivo y en directo, salvo que ocurra algo extraño. Los uruguayos han pasado la fase de grupos con el puntaje perfecto. Pero Portugal es otra historia, es otro nivel. Tiene a uno de los mejores jugadores del mundo como Cristiano Ronaldo que, si le dan espacios, aniquila. No la tendrá fácil con los charrúas. No solo lo van a marcar de manera asfixiante, sino le van a hacer doler, porque eso es patrimonio de los celestes. No soy mago para pronosticar un resultado porque no sería serio, cualquiera de los dos puede ganar. Están en una fase que no da treguas. Y hasta por penales se define.

 

España-Rusia, voy por la Madre Patria. Tienen mejor estructura de selección, saben más con la pelota ante una selección local que tendrá el aliento de su público, pero que desnudó sus falencias ante Uruguay. Croacia-Dinamarca hay un ligero margen de victoria para los croatas porque tienen a dos figuras importantes que pueden desequilibrar como Luka Modric y la organización que le da Iván Rakitic. Los daneses son férreos en la marca y apelan bien al contraataque que es su mayor virtud y por eso nos ganaron ante un descuido.

 

Brasil-México será intenso. Los mexicanos conocen bien las bondades de los brasileños. Brasil aún no se suelta, tiene plantel. Neymar es su figura más desequilibrante y tiene en Coutinho un socio ideal. México cuenta con el “Chicharito” Hernández, pero la última derrota ante los suecos los ha desdibujado. Empezó bien ante los alemanes, pero se ha ido cayendo. En este partido le voy a Brasil. El partido entre Bélgica-Japón hay favoritismo para los belgas. Van a ganar, pero no creo que avancen. Tienen un juego muy previsible y en los cuartos será diferente.

 

Suecia y Suiza son parejos. Cualquiera de los dos. Colombia-Inglaterra si va a quemar. Si los colombianos repiten esa actuación contra Polonia al que eliminaron, pasan, sino la frialdad de los ingleses los puede sorprender en momentos difíciles del juego. La hora de la verdad está por llegar. Los octavos son cosa seria. Es cielo y gloria. Este mundial está bien, en fútbol, en organización y en receptividad. Me escribe Arturo Hernando, desde Los Ángeles, me pide una columna sobre las hinchas mujeres. Y Addan Silva me pregunta si Paraguay y Chile hubieran pasado a octavos si venían. Si Alemania y Polonia ya se fueron. Eso es impredecible.