Más de trece mil hinchas llegaron al Estadio Nacional para despedir al periodista deportivo Daniel Peredo. Su esposa y sus nenas agradecieron con lágrimas en los ojos las muestras de cariño
Escribe: JUAN CARLOS ESTEVES
“Oh, Daniel Peredo no se va, no se va, no se va, Daniel Peredo no se va…” , con el corazón en la garganta y con la misma pasión que el “Cabezón” narraba los partidos de la selección, así despidió la hinchada nacional al periodista deportivo más querido e influyente de los últimos años.
Los cerca de trece mil hinchas que llegaron al Estadio Nacional pasado las diez y media de la mañana expresaron con aplausos y gritos, todo el cariño y admiración que sentían por el “Cabezón”. Cerca del mediodía cuando ingresó la carroza que traía el féretro empezó el fervor y la pasión en las butacas de la tribuna occidente y norte (esta última fue habilitada ante la gran cantidad de personas).
La carroza dio tres vueltas alrededor del campo de juego del Nacional y en un momento el ataúd con los restos de Daniel fue mostrado al público, para que empiecen nuevamente los cánticos en alusión al periodista deportivo.
Fue la esposa de Peredo, quien bajó la luna de la carroza y agradeció las muestras de cariño a nombre de toda su familia. Ella junto a sus hijas, con lágrimas en los ojos, agradecieron las muestras de cariño y se sintieron respaldadas por el apoyo multitudinario desde las tribunas.
La sensación fue única. La hinchada que asistió a ver a la Blanquirroja en los partidos de la Selección camino a Rusia 2018, se hizo presente para despedir a su ídolo con el alma entristecida pero con el corazón listo para ser solidarios con este momento injusto.
Nunca como ayer en el viejo y querido Estadio Nacional, un periodista peruano recibió una despedida multitudinaria. Solo lo logró Daniel Peredo, el mismo “Cabezón” que le ponía mucha pasión en las narraciones de la Blanquirroja.
Posteriormente la carroza se dirigió al cementerio Jardines de la Paz en La Molina, donde sus restos fueron cremados. Su esposa salió atender a la prensa y repitió varias veces la palabra “gracias”, para corresponder toda la atención que habían tenido con la memoria de Daniel.
Este fue el último adiós del “Cabezón” quien partió a la eternidad en el mejor momento de su carrera. Pasarán muchos años y siempre se le recordará por su histórica narración del gol de tiro libre de Paolo Guerrero ante Colombia y su “la tocó, la tocó, la tocó…”. Pero también con el tanto de Jefferson Farfán ante Nueva Zelanda que nos permitió llegar al mundial de Rusia 2018. ¡Descansa en paz Daniel!