Bélgica es de Bronce

Belgica
Belgica

Columna En la boca del tunel

Escribe: FERNANDO JIMÉNEZ
Desde Moscú – Rusia

Veo detenidamente el movimiento en todas sus líneas y parece una orquesta. Con un director espectacular como Eden Hazard. Nombre que significa cielo, para iso. Y vaya si el crack belga no juega como si estuviera pisando nubes, deslizando un fútbol fino y agradable. Inteligente para organizar. Matemático para darle frialdad a una acción. Cerebral para colocar los pases con precisión. Mira al frente y pone la puntita. Cuando esta atorado gira hacia atrás y se apoya en sus centrales para reestructurar el armado. Es un dotado el volante del Chelsea. Y que envidia de tenerlo como su máxima estrella. Este ha sido su Mundial. Y si no fue campeón fue porque la pelota pegó en el palo.

Belgica no festeja al final. No exterioriza lo que siente. Para ellos era el título del mundo o nada. Deben estar alegres, pero el Mundial se le escapó de las manos. Fue el equipo más regular del torneo y lo demostró hasta en este último partido. Le ganó bien a Inglaterra. Con un gol de camarín de Thomas Maunier, apenas a los 4 minutos de iniciado el cotejo, tras centro de Chadly. Y el segundo con un golazo de Hazard, quien esta vez no alimentó, sino lo alimentaron. Inteligente para hacerle la diagonal a Jones quien quedó enganchado, se lo llevó, lo metió hacia adentro y cuando le salía Pickford la mandó a guardar al primer palo. Sabía que si se la cambiaba el buen arquero inglés se la sacaba.

Justo tercer lugar. El equipo de Roberto Martínez le demostró al mundo que con trabajo todo es posible. El estudioso técnico español quien los dirige desde hace dos años y tiene como asistente a Thierry Henry, el francés, ha logrado calar con sus ideas y juego de conjunto a este deslumbrante seleccionado belga que ha llenado los ojos del mundo. Pero no solo es Hazard, tiene a un libero importante como Kompany, un buen contención como Witsel, una línea defensiva sólida, y arriba a Lukaku, quien es la cuota del gol, aunque en los últimos partidos no estuvo acertado. Más que individualidades es un equipo sólido. Hicieron un buen mundial. Y no se contentan con la de bronce, por eso no festejaron. Se fueron entre aplausos porque jugaron una buen Copa del Mundo.

La gran final. Domingo es el día esperado. Seis de la tarde de Moscú. Diez de la mañana en Perú. Más de cinco mil millones de telespectadores frente al televisor. Solo 80 mil privilegiados que estarán en el Estadio de Luzhniki para ver el Francia – Croacia. Ahí estaremos, en vivo y en directo. Late el corazón de la emoción. Un mundial más. Una final más. El periodista también se concentra, se prepara, se disciplina, se emociona. Hay que escribir para miles de lectores. Hay que estar atentos. No se puede pasar nada. Hay que ir temprano, desde la mañana. Hay tres salas de redacción y no alcanza un alfiler cuando están repletas. Es el día en que se juntan todos los periodistas del mundo. Es la final. Más que la inauguración. Es el partido de los que quedamos. Casi el 30 por ciento de los que llegaron para cubrir el evento.

Será un gran partido. El encuentro de las individualidades. La picardía de Mbappé y el talento de Luka Modric. Ellos son los directores de orquesta de un fútbol fino y elegante. Ellos son los que marcan la diferencia, pero ambas sinfónicas tienen excelentes músicos. Pogbá, Kanté y Griezmann, los franceses contra los croatas Rakitic, Brozovic y Perisic. Es la zona donde se ganan los partidos. Los que estén mejor darán un paso adelante. El que pestañea pierde. Un gol vale oro. Que gane el mejor. En unas horas más sabremos cual de los dos es el campeón del Mundo. Y se llevará la Copa por cuatro largos años. Suerte para ambos. Que se juegue buen fútbol y que Rusia 2018 tenga un final feliz.