Bienvenido Salvador de Bahía

Salvador de Bahía
Salvador de Bahía

Columna En la boca del tunel

En esta ciudad jugará Perú ante Uruguay el sábado a las 2 de la tarde Hermosa por sus balnearios está a dos hora en avión desde Sao Paulo

Por Fernando Jiménez

El pasaje es caro. Como dice un colega: Hay que tener bolsillo de payaso para cubrir esta Copa América. Las distancias son muy largas. Brasil no parece un país, sino un continente. Tiene 4 millones de kilómetros cuadrados y es casi cuatro veces más grande que el Perú y dos veces más que Argentina. Son 2 mil 28 kilómetros de distancia entre Sao Paulo y Bahía. Más o menos como de Lima a Antofagasta (Chile). Más de 32 horas en bus y dos horas de vuelo en avión con un costo del pasaje de 350 dólares, solo de ida. Se compra
así porque no se sabe el resultado de lo que podrá suceder en el Perú – Uruguay que juegan el sábado a las 4 de la tarde, hora brasileña, 2 de la tarde hora peruana. El avión de LATAM despega a las 9 y 20 de la mañana de Sao Paulo hacía Bahía. Usamos el UBER y nos traslada una guapa taxista con pinta de alemana y mezcla con italiana de unos 32 años. Son 55 reales nos advierte (unos 55 soles). Alquila el bonito auto Peugeot para recursearse.

Nos habla en portugués y le pido que hable despacio para entenderla. Son las 7 de la mañana y me tranquiliza que en una hora estaremos en el aeropuerto de Guarulhos. Le pregunto si hay tráfico y me dice que estando cerca al aeropuerto puede que haya.
Llegamos, le abonó los 55 reales y agarro el carrito para ir al counter. Por mi edad, me dan la zona preferencial.

Puerta 225 y espere que hayan abordado todos los pasajeros para darle el asiento, me dice la simpática counter. Le veo la silueta y tiene el mismo uniforme que mis hijas que son tripulantes de dicha línea aérea. El Tigrillo Navarro, Gustavito Peralta del Líbero y el
economista Sergio Rojas se embarcan en otro vuelo, de un aeropuerto que está a 70 kilómetros de Sao Paulo. Han conseguido pasaje y tienen que embarcar desde ahí. “Llegas a las 12, espéranos en el aeropuerto de Salvador y de ahí tomamos un taxi al hotel que ya lo tenemos reservado”, me escriben por el whatsaap. Ellos llegan a las 3 de la tarde todavía porque su nave hace escala en Brasilia. Cuando paso por la fila del counter ya con mi tarjeta de embarque lo veo haciendo cola a Peter Arévalo. ¿A qué hora sale tu vuelo?, le pregunto. A las 11 me dice. El mío a las 9 y 20 le digo. A la 1 y 30 de la tarde llega al Salvador. Y me encuentra esperando a Tigrillo y compañía. ¿Qué sabes de Jefferson?, le
pregunto. Me dice que estuvo conversando la noche anterior con Juan Carlos Oblitas
y le dice que la lesión puede ser grave y puede estar cinco meses sin jugar. “Los médicos del Lokomotiv lo verán para ver cuando lo operan y la gravedad de la lesión”, me cuenta
Peter, de Fox Sport. Como llegan tres más con valijas busco una VAN. Concreto el precio y la saco barata: Son 50 reales hasta el hotel donde se van a alojar, me dice el taxista.

Estamos cerca al hotel de Perú. El hotel donde nos alojamos es hermoso. Son 991 reales hasta el domingo por la doble nos dice el conserje. Dos dobles alquilamos. Son casi mil soles que tenemos que pagar a medias con Tigrillo e igual suma Gustavo y Sergio. La habitación tiene todas las comodidades y hay una linda piscina para relajarse. La selección llega a las 8 de la noche. Hay que ir a ver la llegada. Mientras concertaba taxi en el aeropuerto lo veo a Nolberto Solano. Por qué se adelantó, me pregunto. Voy en su busca, pero el taxi arranca y no llego a conversar con él. Van a ser las nueve de la noche, tengo que enviar la columna a Lima. Mañana que recorremos la ciudad, le contaremos lo mejor
de Salvador, la capital de Bahía, a más de 2 mil kilómetros de Sao Paulo.