Por Juan Carlos Esteves
Ayer domingo Cienciano estuvo de aniversario. Cumplió 117 años y la pasó jugando un encuentro por la Segunda División, muy lejos de los años de gloria que le tocó disfrutar. Hay que recordar que el cuadro cusqueño fue el primer y único club peruano que ganó títulos a nivel internacional. El 2003 conquistó la Copa Sudamericana y un año después la Recopa Sudamericana.
Recuerdo que tuve la dicha de estar presente el día que Cienciano venció 1-0 a River Plate en Arequipa y de esta manera conquistó la Copa Sudamericana. Se jugó en la ‘Ciudad Blanca’ y no en el Cusco, porque para la Conmebol el estadio Garcilaso de la Vega, no era apto por capacidad para una final internacional.
Esa noche del 19 de diciembre del 2003 el estadio de la UNSA de Arequipa lució repleto. Era un loquerío todas las tribunas. Cuando el paraguayo Carlos Lugo anotó el gol del triunfo en la segunda parte de tiro libre, el grito, la emoción y la fiesta fue estruendosa. Al final recuerdo que el técnico Freddy Ternero fue levantado en hombros.
También me fui a festejar. Recuerdo que como a las cuatro de la mañana la Plaza de Armas de Arequipa estaba repleto de heridos, pero heridos de trago. Muchos perdieron el conocimiento y el sueño los venció. Hubo motivos para que la celebración fuera desmedida.
Un año después ganaron la Recopa Sudamericana en Miami, tras vencer a Boca Juniors por penales. Todos pensaron que luego de haber logrado otro título internacional, los años de gloria no iban a tener fecha de caducidad. Se equivocaron.
Todo el dinero que ingresó no se invirtió en infraestructura, en un local propio para el club, en las divisiones menores. Lamentablemente no se dio el gran salto que todos esperaban. El expresidente Juvenal Silva falló. Fue el principal culpable. No logró el objetivo máximo de toda institución que quiere trascender en el tiempo, modernizar el club y seguir sumando títulos.
En los años siguientes se produjo una caída vertiginosa. De pelear por el título nacional, empezó a ser un equipo de media tabla para abajo. Hasta que en el 2015, con otros dirigentes, con muchas deudas y un club quebrado bajó de categoría. Parecía increíble que el “Papá” que logró que en este nuevo siglo todo el Perú tuviera sus primeras alegrías con el fútbol se fuera a la Segunda División.
En la actualidad, este es el tercer año que Cienciano lucha por volver a la Primera División. Sin un buen presupuesto, con más ganas que mejores intenciones, por ahora parece que el objetivo no está tan claro. Ayer le ganó 4-1 a Los Caimanes, continúa en el tercer lugar en la tabla y la esperanza del regreso continúa latente. Esperemos que por su gran hinchada, muy pronto lo veamos jugando en las ligas mayores. Mientras tanto que sigan celebrando su 117 aniversario. Del Cusco para todo el mundo.