Coche a la vista

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Por Fernando Jiménez

Hace muchísimos años había un locutor brillante de nombre Alberto Mecklemburg, era el capo de las trasmisiones radiales de Caminos del Inca, inclusive antes que Lucho Isuzqui Tataje. Era la época de los grandes corredores de autos que tuvimos como Arnaldo Alvarado “El Rey de las Curvas”, Henry Bradley, Peter Kube, el “Zorro” Yangali. Era emocionante escuchar las voces de los locutores cuando irrumpían con su “¡Coooooche a la vista, con el 504 Peter Kube hace su ingreso a la ciudad de Huancayo con 2 horas, 20 minutos 30 segundos!”. Y uno se enteraba como iba la carrera escuchando con mucha atención lo entretenida que eran las transmisiones desde Radio El Sol.

Antonio Cárdenas Dávalos “Castorcito” era un joven periodista que integraba ese plantel. Y para asegurarse lo nombró como padrino de su matrimonio a Mecklemburg quien aceptó de buena gana porque le tenía cariño. “Castorcito” viajó a Huancayo para informar la llegada de los carros en esa primera etapa Lima – Huancayo. Un domingo en plena transmisión de Caminos del Inca, Mecklemburg, desde los estudios centrales de la radio, le da el pase a su ahijado con un “Vamos con Antonio Cárdenas desde la ciudad de Huancayo”. Cárdenas con los auriculares colocados devuelve el saludo con un “Gracias Padrino, Coooooche a la vista, hace su ingreso a Huancayo con el número 501 Henry Bradley…”

Mecklemburg lo hizo entrar más de tres veces y cada respuesta de “Castorcito” cuando entraba al aire, era “Gracias Padrino”. Y él bramaba de cólera en los estudios de la radio ante la mirada de los otros periodistas y el ingeniero de sonido. En la quinta entrada y sabiendo lo que le iba a responder su ahijado le dice en tono duro: “Vamos con Antonio Cárdenas hasta Huancayo, pero limítese a informar sobre la carrera y deje los vínculos familiares para otras oportunidades. ¿Me entendió?”. Y Cárdenas que responde: “Comprendido perfectamente padrinito”. Y los que estaban en los estudios con Mecklemburg no aguantaron la risa y se tiraron al piso con la carcajada a flor de labios.

Fui muy amigo de Antonio, falleció hace unos años. Cuando le hacía recordar este pasaje de su juventud en sus inicios en el periodismo, solo sonreía y no comentaba nada. Solo decía: “Qué buena persona era mi padrino, lo extraño”. Era muy enamorador y por eso llegó tarde a un Circuito que se corría en Arica, Chile. Resulta que llegó pasadas las 6 de la tarde a la frontera de Chacalluta y no lo dejaron pasar. Se quedó a dormir en Tacna en el Hotel de Turistas. Se quedó privado y se levantó a las 11 de la mañana. La carrera empezó a las 9 y a esa hora ya había terminado. Así que decidió transmitir desde su hotel de manera ficticia y dio como ganador a Pitty Block, quien arrasaba en todas las competencias.

Ya por la tarde cuando lo corredores llegaron al Hotel de Turistas de Tacna se acercó a Pitty y le dijo: “Por cuantos cuerpos ganaste”. Y el corredor le dijo: “De qué estás hablando, no hubo carrera por mal tiempo”. Se desapareció un mes y su padrino Mecklemburg recién lo vio cuando ya se le había pasado la bronca.