Por Fernando Jiménez
Marcelo Gallardo nació un 18 de enero de 1976. Dos meses antes que Jorge Rafael Videla le diera el golpe de Estado a María Estela Martínez de Perón, “Isabelita”. Su lugar de nacimiento fue en Merlo, a 42 kilómetros de la Capital Federal y a 51 minutos si usted va en tren que lo toma en la Plaza Once. A esa localidad se le denomina provincia de Buenos Aires porque está cerca de la frontera con la avenida General Paz que es el cinturón que divide la capital y la provincia. Se inició en las divisiones menores de River Plate y debutó en la profesional en 1993 cuando dirigía Daniel Alberto Pasarella, icono de los millonarios.
En la actualidad tiene 43 años. Fue un futbolista exitoso y mejor aún como entrenador.
¿Cuándo supiste que serías entrenador?, le preguntan. “A los 28 años. Me la pasaba preguntándoles a los técnicos el porqué de las cosas. Ahora que soy técnico me gustaría que mis jugadores me preguntaran por qué hacemos tal o cual ejercicio. Lo veo como una manera de involucrarse”, señala. “Bielsa fue el entrenador de quien más aprendí. No era fácil acercarse a él porque marcaba una relación distante. También aprendí mucho de Alejandro Sabella, él fue muy generoso conmigo porque me hizo debutar en la Reserva de River a los 15 años. Bielsa y Alejandro (Sabella) fueron los mejores técnicos que tuve.
¿Quién te bautizó Muñeco?. “Hernán Díaz. Fue cuando recién empezaba a entrenar con la Primera de River. Era chiquito con cara de nene, no tenía ni granos y ahí empezaron a decir Ahí va el Muñequito, ojo con ese muñequito. Y ahí quedó el apelativo para siempre. ¿Te pegaban guadañazos?. No, porque jugaba a uno o dos toques. Al “Burrito” Ortega si le daban de alma porque amagaba, enganchaba y frenaba. Entre el Loco Enrique y el Pipa Higuaín se turnaban para meterle patada. A mí sí me pateaba el negro Astrada. Se acercaba a marcarme y me comía los tobillos. Esos pequeños puntinazos duelen mucho y no se ven (risas)”
¿Qué preferías un gol o una asistencia?. Yo nací con asistencia en la sangre, pero uno hace un gol entiende la desesperación del 9 por meterla. El 10 dejó de ser una referencia en el fútbol mundial. Ahora debe manejar los tiempos, esa es la clave. La gente creía que Barcelona jugaba con un solo 10 (Messi), pero no era así. Xavi que jugaba con la 6 era un 10, Iniesta el 8 también era un 10. Barcelona jugaba con 3 (Diez) y a veces con cuatro cuando entraba Fábregas. Por eso es que trataba la pelota de esa manera. Qué equipo puede tener tantos 10. Ninguno. Por eso el éxito del Barcelona con Guardiola. A mí me hubiese gustado que me dirigiera el Pep Guardiola o Mourinho. A los dos los admiro”.
Marcelo Gallardo llega mañana con la delegación de River Plate. Una vez más dirigirá a uno de los equipos en la final de la Copa Libertadores de América. Ya pasó a formar parte de la historia de River. Quizá esté igualando a otro símbolo ya fallecido como Angelito Labruna quien fue un extraordinario jugador y excelente técnico. Tal como lo es el “Muñeco” ahora en Ríver