Por Fernando Jiménez
Rosario es la cuna de los entrenadores en Argentina. En esa ciudad nacieron César Luis Menotti, Marcelo Bielsa, el ‘Tata’ Martino, Angel Tulio Zoff y Jorge Sampaoli, entre los más famosos y conocidos. Por eso cuando estuve revisando la biografía de Marcelo Grioni me enteré que era también de esos lares, a un pasito de Córdoba. El diminuto entrenador exitoso, que llegó al Perú para dirigir a las divisiones menores de Deportivo Municipal y tras la renuncia del ‘Churre’ Melgar del primer equipo, le dieron el buzo para que él asuma como interino y al final terminó haciendo una buena campaña llevándolo a las semifinales del play off.
Esa campaña le valió ser contratado por Real Garcilaso del Cusco, clasificándolo a la Copa Libertadores. Pero ese club que tiene a dirigentes irascibles no lo valoró y terminó sacándolo por haber perdido un par de partidos. De eso aprovechó Huancayo que lo llevó a sus filas y ahora está a punto de ganar el Grupo B del Torneo de Verano, si es que Melgar no le malogra la tarde hoy y le gana en su propio patio. Pero al margen de lo que pueda suceder, Grioni ha demostrado ser un buen entrenador. Solo le falta agarrar un equipo grande que ya lo deben tener en la mira.
¿Quién es Marcelo Grioni? Su biografía señala que tiene 51 años y nació en Marcos Juárez a 150 kilómetros de Rosario. Su chapa de niño era “Pitufo”. Por eso su carrera futbolística la hizo en Newells, donde debutó en la profesional. De ahí pasó a Platense en la capital bonaerense. Su etapa como futbolista como volante no fue brillante. Su entrenador fue Marcelo Bielsa quien lo hizo debutar ante Argentinos Juniors. Cuando se retiró fue asistente de Roberto ‘Boquita’ Sensini en Atlético Rafaela.
“Soy de la idea de jugar torneos largos. Hoy por hoy perdés cuatro partidos y estás en la cornisa y te tenés que ir. Los dirigentes al ver tanta locura y tensión deciden por lo más fácil que es echar a un técnico”, señala en una entrevista que le hace un medio argentino antes de venir al Perú. Agrega luego: “Con Sensini nos conocemos de cuando nos iniciamos en Newell’s. Nos hicimos amigos enseguida. Nos íbamos a casa juntos porque vivíamos cerca. Por eso nos hicimos grandes amigos. Luego ‘Boquita’ se fue a Italia y cuando regresó me pidió que formemos una dupla técnica”.
Su presente es el Sport Huancayo. Le ha dado orden al equipo y se nota su mano cuando su equipo juega. Ha potenciado a Marcos Lliuya y lo ha convertido en el conductor del equipo quitándole los traumas que arrastraba de sus inicios en Copa Perú. Con acierto trajo a Carlos Newman, quien es su goleador en el equipo. Y ha consolidado a Manuel Corrales sobre la franja izquierda. Pero lo más importante es que su equipo funciona como un relojito y eso es trabajo y mérito de su entrenador.
Grioni debe estar en la mira de los equipos grandes. Ha demostrado su sapiencia dirigiendo equipos y no es improvisado. Honor al mérito.
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