El preparador físico que trabajaba para Sampaoli fue despedido por acto que pudo controlar
El preparador de la parte física, Pablo Hernández, que estuvo en el comando técnico del Flamengo, fue despedido por una agresión física que cometió contra Pedro Guilherme por una fecha más del Campeonato Brasileño de Seria A contra el Atlético Mineiro.
Tras el partido ganado ante el Mineiro por dos tantos a uno, el delantero internacional con la selección de Brasil se pronunció en sus red social de Instagram.
“Podría estar aquí hablando de los pocos minutos que recibí en los últimos partidos, pero lo que pasó hoy (sábado) fue más grave que lo que puede pasar dentro de las cuatro líneas. Cobardemente, sin motivo e inexplicablemente, fui atacado, golpeado en la cara, por Pablo Hernández, miembro del cuerpo técnico de Sampaoli”.
De acuerdo a información de O Globo, esta situación se originó porque Guilherme se sentó en los asientos que son para los suplentes, entonces Hernández le increpó que debió estar estar calentando, acción seguida, le dio un puñetazo.
Además, el atacante de Flamengo hizo un comentario sobre la cobardía que sufrió tanto psicológicamente como físicamente con este último hecho. También mencionó que ninguna prueba que pasó se asemeja a la cobardía que pasó.
“La cobardía física se antepuso a la cobardía psicológica que he sufrido en las últimas semanas. Alguien que se cree con derecho a agredir a otro no merece el respeto de nadie. He pasado por muchas pruebas aquí en Flamengo, pero nada se compara con la cobardía sufrida hoy”.
Sampaoli, su técnico, dijo lo siguiente al respecto de todo lo acontecido:
“No fui a dormir pensando en cómo ayudar a Pedro y Pablo. Sé que han tenido una noche horrible y pase lo que pase, tenemos la obligación de cuidar de nosotros mismos. Para unirnos, para ser mejores, y para llevar a Flamengo a la cima”.
Finalmente, Hernández se disculpó con el jugador agraviado y con los demás miembros del comando técnico, diciendo lo siguiente: “Podría empezar estas palabras de mil maneras, pero la única que realmente tiene sentido es pedir disculpas. A Pedro, a los compañeros, a los trabajadores y al Flamengo”.
“La alta competencia suele tener cosas que nos enferman. Situaciones de alto estrés que nos hacen reaccionar y pensar mal. No pretendo situar este contexto como excusa, sino como explicación. Definitivamente, si tuve desacuerdos con Pedro, los debí haber resuelto en otro momento y de otra manera. Intentaré que suceda. Trabajaré para cambiar y ser mejor”.