El Liverpool y el Manchester United se neutralizan en Anfield, bloqueados en una tarde que dejó líder a los diablos rojos en solitario.
En la previa del partido, el técnico del Manchester United conformó su ataque con Marcus Rashford, Bruno Fernandes y Anthony Martial. Además, Solskjaer formó el mediocampo con Paul Pogba, McTominay y Fred. En cambio, el entrenador del Liverpool decidió atacar con Salah, Bobby Firmino y Sadio Mané.
En la primera parte, al Liverpool le faltó que el nivel de Thiago y de Shaqiri fuera correspondido por los tres de arriba, insistentes, pero sobre todo por Bobby Firmino. Porque el falló donde nunca falla: en elegir la mejor opción. Tuvo a Robertson a su izquierda, delante de De Gea para disparar a placer, pero no le dio la asistencia. Luego, Bruno Fernandes avisó desde la frontal y su disparo salió rozando la escuadra.
En la segunda parte, los diablos rojos crecieron en el tramo final del partido. Lo hicieron gracias a que Maguire estuvo inmenso en su propio área y porque tanto Rashford como Bruno Fernandes empezaron a atacar el campo rival. No hubo rastro de Martial, poco operativo, y fue relevado por Cavani.
Por último, el United rozó el triunfo y mantuvo el liderato en Anfield. Asimismo, el clásico de Inglaterra deja a los de Klopp por detrás del Leicester en la tabla y alimenta el ego de los diablos rojos. Durante unos días más, los diablos rojos seguirán en cabeza de la Premier. Y el City se acerca…
