En la casa del diamante

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Escribe: Fernando Jiménez

Llegamos a pocos minutos de las 2 de la tarde. “Tráelos en un taxi al Hotel Los Delfines, ahí los espero, el Diamante vive a una cuadra de ahí y voy sin auto porque seguro habrá unos vinos y no puedo manejar por el tufometro”, le digo a Freddy Lazo. Barraza y el Chavo están felices. Han disfrutado Lima y reciben invitaciones de todos lados. “En la mañana vino a buscarme el Pato Quintana y tomamos desayuno. Antuco se disculpó porque tenía que viajar”, me dice Jorge. Ya me había contado Javier por el celular que Jorge estaba muy contento con las muestras de cariño que recibió en el Conversatorio.

Qué linda zona por donde vive Uribe. Edificios lujosos como en países del primer mundo, me dice el Chavo. Subimos por ascensor hasta el quinto piso. Ahí nos espera Julio sonriente. Nos invita a pasar a su dúplex de más de 150 metros cuadradas. Una casa mágica, muy linda. Subimos al segundo piso del dúplex donde está la sala de estar y Jorge con el Chavo quedan maravillados. Una mesa de billar, Jorge agarra un taco y empieza a darle a las bolas. El Diamante le dice al Chavo, ven al bar y elige el vino que te guste. Hay de bodegas francesas y españolas. Diego elige un español. Jorge yo y Freddy tomamos cerveza. Una canchita con pasto sintético para jugar fútbol-tenis. Un amplio living muy bien decorado con fotos de toda su carrera futbolística. Impresionante.

La mesa ya está servida. Seco de carne, arroz, pollo a la brasa, papas fritas, ensaladas, botellas de vino, agua mineral, hielo. Al ataque muchos, ordena Julio. El Chavo se devora el pollo, Jorge afirma que el mejor pollo a la brasa del mundo lo ha comido en el Perú. La parrilla mira desafiante. Julio vive como un rey. Lo felicitamos. Le hago recordar cuando lo conocí en los infantiles de Cristal y le decían “Mina”, esa era su chapa. Le recuerdo ese equipo con Jesfén Jácope, Livelli, Oviedo, Benjamín Reyes, el Calulo Quesada, hermano de Alfredo. Le cuento que me recomendó Roberto Chauca, quien era suplente de Mifflin. Solo estuve 15 días y el profe Rafael Silva se fue de este mundo creyendo que yo era sobrino de Roberto. “Chauquita” me decía. Me fui porque cuando me mandó a marcar a un morenito de Alianza, le dije: Yo no marco. Me sacó y lo puso a Calulo. Uribe se ríe. Nunca me contaste eso. “Ese morenito era Quimbo quien ahora está en cana, me cuenta. Ni Armando Leveau, pudo dar su nombre, le digo.

Hablamos de fútbol toda la tarde. De cuando le metió un culazo a Ruggeri, a quien hasta ahora le duele porque un día le dijo a Jaime Bayly en una entrevista: “Uribe era bien malo, pero qué buen jugador”. Uribe cuenta cuando se trompeó con 3 en América de México porque eran argolleros. El Chavo le dice: Cómo me hiciste sufrir en el Argentina – Perú del 85. Uribe le dice que le pateó fuerte al Pato, pero la sacó en segunda instancia. El google dice que Fillol afirma que esa atajada está entre las tres mejores que hizo en su historia.

Tres horas de charla de fútbol. Gracias por venir, que lindo compartir un almuerzo con gente como ustedes. A Fer y a Freddy los conozco hace muchos años. Jorge, Chavo, esta es su casa cuando quieran. Abrazos de despedida y fue una tarde linda con el “Diamante”, un triunfador, en la vida y en el fútbol.