Fue hace 25 años… y si me acuerdo

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Por Fernando Jiménez

Ayer postee las Bodas de Plata de Todo Sport y recibimos decenas de respuestas de felicitaciones, likes y comentarios de muchos de los colegas que pasaron por esta casa editora. Salvo Javier Rojas y Elizabeth Pinto, todos los que iban llegando eran practicantes que se fueron haciendo en la lucha diaria. Hoy en día la gran mayoría de esas canteras  trabajan en diarios, emisoras y canales de televisión importantes del país y hasta son jefes de redacción y editores lo cual me llena de mucha satisfacción porque los vi gatear, caminar y correr en esta noble profesión del periodismo.

Hubo un flaquito desgarbado que me impresionó ni bien le leí su primer texto. Su nombre era Víctor Aguirre Carranza. Solo había terminado su secundaria. No tenía estudios universitarios. Pero percibí su intrepidez y le tomé la prueba. Ya en la fragua del trabajo un día lo comisioné para que escriba el clásico entre Alianza y la ‘U’, me senté a su lado y le iba explicando el sistema de cada equipo, los bloques y como se anotaban las incidencias más importantes. El clásico fue uno de los de más bajo nivel en su historia. Había terminado 0-0 y al regresar en la unidad móvil del periódico le digo: Te compadezco. Vas a tener que hacer dos páginas de ese partido.

Me fui a mi oficina para hacer la primera plana. Buscarle un titular que se ajuste a lo que había sucedido. Eran las once de la noche y los gráficos ya me habían traído sus contactos para elegir la foto de primera. De pronto me llama Víctor Aguirre y me dice: Ya está mi texto en su bandeja de entrada. Veo la computadora y leo lo siguiente: Memorándum. A Director: Fernando Jiménez. De Víctor Aguirre, redactor. Asunto: El peor clásico que vi en mi vida. Esbocé una sonrisa y seguí leyendo: “Me dirijo a usted para comunicarle mi enorme fastidio de tener que escribir el peor clásico que he visto en mi vida. No es justo que usted me haya elegido a mí para cubrir ese partido. No obstante cumplo con escribir lo solicitado, esperando me perdone sino se ajusta a sus requerimientos…”.

Me quedé impresionado. Era un talentoso ese muchacho. Ni en El Gráfico había leído eso. Decidí publicarlo tal cual. Al siguiente día, algunos colegas lo llamaban para felicitarlo. Y mis amigos mayores me preguntaban ¿Quién ese ese muchacho que escribió eso?. De premio lo envié a cubrir un Sudamericano Sub 20 que se jugaba en Mar del Plata. Le pregunté si quería ir y se ilusionó bastante. Él tenía insuficiencia renal. Cuando regresó se hizo el transplante de riñón, no le hicieron bien y murió. Solo tenía 22 añitos.

Hoy en día sería uno de los grandes en el periodismo deportivo. Lo recuerdo con mucho cariño y pena. El país perdió a un gran periodista deportivo. Sus compañeros de redacción saben que lo que les cuento es la pura verdad.

Prueba de insersión