Gajes del oficio

Columna En la boca del tunel

Por Fernando Jiménez

El domingo por la mañana, mientras tomaba desayuno con mi dilecto amigo, el Dr. Jorge García Ruiz, me preguntaba: ¿Cuál de las entrevistas que has hecho te impactó más?. Hay varias, le dije, pero de las últimas, la que más recuerdo es la que le hice cuando Perú fue a jugar a la Bombonera, por las eliminatorias a Antonio Ubaldo Rattín, todo un personaje. Me citó a las 6 de la tarde a una confitería de Vicente López, su barrio.

A partir de las cinco de la tarde, cuando estaba en el auto con Danny Accornero, colega a quien conocí en la Copa América 2015 en Chile, me llamaba al celular su esposa y me preguntaba ¿Por dónde anda?. El tráfico era infernal. Ya estamos en la confitería, me decía Silvia, su esposa. Temía que se aburriera y se vaya. Ya estamos seño, si llegamos a la hora. Mientras la sonrisa de Danny me desesperaba. Ponete a rezar porque no sé si estaremos a esa hora, me martirizaba

A las seis en punto, no sé cómo hizo Danny, entramos a la confitería. ¿Sos vos?, me dice el Rata levantándose de su asiento con su enorme humanidad. Vení, vení, vamos arriba que no hay gente, ahí saldrá mejor la nota. Pensé encontrar a un tipo arrogante y soberbio. Al menos así parecía cuando era el caudillo de Boca y de la selección argentina en la década del 60. Pero nada que ver, me topé con una persona humilde y sencilla. No se jactaba de su paso por el fútbol profesional y menos de su caudillaje.

La charla duró más o menos una hora. Me invitó un Gancia Batido que es un aperitivo que se toma picando aceitunas y queso. Pocas veces me reí tanto con un entrevistado. Hablaba con total normalidad y yo que me reía con sus anécdotas. “Pelé era un jugador bárbaro. Un día le metió un cabezazo a Messiano y le rompió el tabique ya que le hacía una marca asfixiante. Todos nos le fuimos encima para pecharlo. Me acerqué a Pedernera, quien nos dirigía y le dije: Don Adolfo yo lo marco a Pelé. No Rata vos le vas a pegar y te pueden expulsar. Al final aceptó”

¿Le diste con todo? No, solo me puse detrás de él en un córner. El negro volteó y me dijo: “Tranquilo Rata, si me das dame con pelota”. (Y yo que me ría). Tranquilo vos querido que ni te voy a tocar. Se volteó, le soplé la nuca y casi me mete un codazo. Ya ves le dije él que me va a patear sos vos”. Pelé se puso nervioso, no por mi marca, sino porque se sentía mal por haberle roto el tabique a Messiano. Ya no fue el mismo. ¿Qué opino de él?. Que fue el más grande. Un monstruo, más que Maradona.

Fue uno de las tantas entrevistas que he hecho que más la disfruté. Y la verdad, a partir de ese día, le tengo un cariño enorme al Rata. Todo un personaje.