Braian Romero, de no poder jugar fútbol a ser el goleador del certamen.
“No vas a poder jugar más al fútbol”, escuchó Braian Romero luego de ser diagnosticado con una artritis reumatoide, lo cual le impedía hasta incluso caminar, pero se aferró a Dios y batalló por volver a estar en las canchas.
Tomaba medicamentos pero estos no daban resultado ya que no sentía ningún alivio. Hasta que conoció la fe por medio de su abuela quien lo llevó a la Iglesia y decidió dejar de medicarse. Y finalmente, dejó de sentir ningún dolor, e incluso el médico no lo podía creer cuando vio que estaba totalmente recuperado. Él hasta ahora lo toma como un milagro.
El resto es historia: fue la gran figura del Defensa y Justicia campeón de la Copa Sudamericana y el goleador con 10 tantos en 9 encuentros.