La vida te da sorpresas

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Por Fernando Jiménez
desde Moscú, Rusia

México le gana a Alemania y todos se olvidan del escándalo. Un golazo de contra ataque para ponerlo en un marco. Los alemanes son fríos. He visto muchas veces remontar adversidades sin derrumbarse. Pensé que ayer iba a suceder lo mismo, pero no fue así. Bastaba ver la cara al final de Ozil y de Müller para intuir que reconocían su derrota. Hace muchos años, era imposible que esto sucediera. Que México le gane a Alemania, ni pensarlo. Hasta lo tildaban de loco si uno auguraba esta victoria justa y merecida. Yo creo que además de sus facultades futbolísticas tuvieron un plus (lo del escándalo con ribetes de orgía) que los obligaron a ello. Buen triunfo de los cuates, histórico por donde se le mire.

El gol de Coutinho, golazo, por cierto, parece que hizo que Brasil subestimara a Suiza. Le costó caro porque debutar con un magro empate no es bueno, pero intuyo que no es preocupante. Los equipos grandes empiezan, casi siempre así en los mundiales. Y después se recuperan. Es como que los agarran desprevenidos y les sirve de acicate para encarar con la debida seriedad el torneo. Le ha pasado a la misma Argentina con ese empate ante Islandia, inclusive fallando un penal de su máxima estrella Lionel Messi, pero de seguro que se recuperarán. El que si no quiero que se recupere es Francia, nuestro próximo rival.

La derrota de Perú ante Dinamarca ha causado diversas reacciones en nuestro país. Lo percibo por lo que leo en las redes. Los que aman a Ricardo Gareca lo justifican. Los que no lo aman lo critican. El periodista debe decir lo justo. La credibilidad está de por medio, no los likes que le pongan. El periodista viene al Mundial a trabajar y a analizar, el hincha viene a divertirse si hay victorias y entristecerse si hay derrotas. Gareca tomó una decisión equivocada. Al no poner a Guerrero dio ventajas. Y eso no se puede ni debe hacer. La figura siempre va a sobresalir por encima del jugador promedio.

En la Conferencia de Prensa, a la cual llegué tarde, porque estuve escribiendo el análisis una vez que finalizó el partido, no quise preguntar porque supuse que ya le habían preguntado por Paolo. Me pudo haber dicho: esa pregunta ya la respondí y quedaba mal parado ante los ojos del mundo. Me quedé con las ganas, realmente. Pero Juan Carlos Gambirazio de El Bocón, y Jorge Esteves me comentaron después que expresó que no lo puso porque no estaba bien físicamente. Entonces les retruqué mientras nos íbamos al Centro de Prensa. Debo suponer que no arranca tampoco ante Francia porque no creo que se recupere en pocas horas.

Ricardo Gareca es muy buena persona. Hasta se podría decir, querible. Pero eso no significa que no cometa errores y sea infalible. Y si los comete es nuestra tarea hacérsela saber. Acá no se trata de que él es el entrenador y hay que respetar sus decisiones. Hace 50 años veo fútbol y algo debo saber cómo para escribir con conocimiento de causa. O acaso leer un libro de fútbol o estudiar dos años la carrera lo hacen sabio de este deporte tan popular. La experiencia en estos menesteres nos obligó a advertir que no se podía prescindir de Guerrero, y lo escribimos un día antes. Y ahí están las consecuencias.

No obstante, hay que seguir dándole crédito a nuestro entrenador. Dios lo ilumine ante Francia. Todo el país ansía una victoria. Lo podemos lograr por más que el rival de turno sea Francia. Ellos no son imbatibles. Ya se vio que sufrieron con los australianos. Este encuentro ante nosotros serán más cautos y serenos, hasta podría decir letales cuando se le presenten las oportunidades, pero ya habrán visto que ante Dinamarca jugamos bien la pelota al pie y lo único que faltó fue el gol. Nada está perdido. Hay que tener fe, más en estos momentos.