Listos para el Uruguay-Francia

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Escribe: Fernando Jiménez
Desde Moscú – Rusia

Doce de la noche del martes en Moscú. Bajo raudo las escaleras de la tribuna del estadio del Spartak rumbo al Centro de Prensa. Como nunca he visto tantos periodistas en la sala. Será que hay muchísimos colegas colombianos, me pregunto. Me siento en una mesa al lado de un iraní. Me pregunta si Cuadrado juega en la Juventus. Le respondo que sí. Al menos eso es lo que le entiendo porque me muestra su cara en una revista que tiene en sus manos. Saco rápidamente mi laptop para escribir mi columna en Lima ya que en Todo Sport están esperando.

 

De pronto escucho una voz en mis espaldas: “¿Mencho vas a ir a ver el Francia-Uruguay? Es la voz de Jorge Barraza, quien fuera en otrora periodista de la Revista El Gráfico y editor de la Revista de la Conmebol. Amigo de muchísimos años, unos 30 diría yo. Ahora trabaja para la televisión colombiana cubriendo este mundial. Le digo que sí, que es el último viaje que hago. Yo me quedo en Moscú, desde acá despacho mis informes. Se acercan colegas de medios colombianos para rescatar sus declaraciones sobre la eliminación de Colombia, me encarga su laptop, que se la cuide, y se aleja unos metros.

 

Unos cinco minutos después vuelve a la mesa con dos capuchinos. Justo lo que me hacía falta, le digo y agradezco su gesto. “A mí me gustó Colombia, no sé qué te pareció a vos”, me dice de entrada. No, discrepo contigo. A mí no me gustó Colombia, muy amarrete, no hizo su fútbol. A Cuadrado lo veía por el centro, no el trabajo que hizo ante Polonia, le respondo. “Y…no siempre hay que jugar con toquecitos. Colombia fue práctico”, sentencia. Sí, le digo, jugó tan bien que en el segundo tiempo llegó dos veces al arco. El remate de Cuadrado que se va por arriba y el disparo de Uribe que provocó el córner en el que metió el gol Yerry Mina, le respondo.

 

Terminó de escribir su columna, yo ya había terminado. Me pregunta por el titular de mi columna. Le digo “El Paciente Inglés”, sonríe. Lo pusiste por la película, me dice. Sí, para jugar un poco con la tranquilidad de los ingleses para sobre ponerse porque Colombia vino de atrás y se pudo haber llevado el triunfo por los penales. Qué buen arquero que es Ospina, me dice Jorge. Y el último penal casi la saca, le dobló los dedos la pelota porque sino la sacaba. Lástima lo de Uribe y Bacca. A mí me parece -me señala- que a Uribe le están dando más bola de lo que se merece. Hay que esperarlo.

 

Me comenta que Gareca debería quedarse en Perú. Agrega que la gente lo quiere, hizo un buen trabajo y respetó el estilo de ustedes. No lo veo dirigiendo Argentina. Es un buen tipo, todos lo quieren. Retruco: Hasta Castrilli. ¿Por qué? Me pregunta. Y, le cuento que lo entrevisté y cuando le pregunté si reclamaba en su época de jugador me dijo que no le conoce el timbre de su voz. Se ríe. Esta buena esa, agrega. Le digo si Gareca dirige a Argentina tiene que nombrar a su lado como Gerente Deportivo a Oscar Ruggeri, quien es como su hermano para él. Y le agrego el Cabezón es bravo. Ese te pecha y tienen que hilar finito los engreídos. El Flaco no es de pelear. Y ojo que tampoco lo tengo como boludo porque sabe conducir y conducirse.

 

 

Me voy Mencho. Me espera el taxi. Nos damos la mano. Quedamos en ir a comer antes de la final. Yo también agarro mis cosas y meto mi laptop a mi bolso. Salgo del Centro de Prensa y lo encuentro haciendo un despacho al “Patrón” Bermúdez en las afueras para el canal en el cual trabaja. “Se queda o se va Pekerman”, le pregunto. “Creo que se va. Ya son casi ocho años. No creo que se quede”. Y a quien lo ves como DT de Colombia y me dice a Juan Carlos Osorio, el que dirigió a México. Ojo es colombiano que no se te olvide. Le doy la mano. Son casi las dos de la madrugada y hay que regresar al hotel a descansar.