Los mata sueños

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Escribe: Fernando Jiménez

Como siempre, revisando los post del facebook leo esto que me llama poderosamente la atención. Es el testimonio del juvenil Joe Gómez quien denuncia: “Estando en Cajamarca el señor Paul Medina nos indicó que teníamos que pagar la suma de 4 mil soles, pero primero teníamos que depositar el 50 por ciento hasta que tengamos nuestro carnet de UTC”. La razón por la cual se le pidió dicha cantidad de dinero es la siguiente: “Una vez que nuestros papeles estén en regla, se nos indicó que teníamos que depositar los otros 2 mil soles. El señor Medina nos dijo que con el pago total ya formábamos parte de la reserva de UTC y que podríamos pasar al primer equipo”, agregó

Si el presidente del UTC, Joaquín Ramírez, hace oídos sordos a esto, es cómplice. Si no destituye a ese entrenador es su socio, si no corrige lo que pasa en su club, linda con la corrupción y ya estuvo implicado hace unos años en acciones poco claras en políticas. Si la FPF no se da por enterada, vamos camino al fracaso. Si la Comisión de Etica del ente rector no reacciona está por gusto, como bocina de avión o cenicero de moto. No es la primera vez que se escucha y se lee estas denuncias. Ya lo están haciendo a vista y paciencia de todos y las autoridades mutis. ¿Querrán que aparezca un Domingo Pérez en el fútbol y destape todas las inmundicias?.

Así estamos en el fútbol peruano. Clubes que se nutren de jugadores que pagan y son futbolistas con su plata. Cuántos chicos humildes y con talento  no tienen oportunidades por culpa de estos sinvergüenzas. Les cobran para probarse de 100 a 120 soles en ese club cajamarquino que está con roche con eso de las apuestas. Es que en el Perú no hay justicia porque gobiernan el fútbol no tienen la valentía de encarar el problema. Son dirigentes medrosos y pusilánimes que solo buscan su conveniencia y atornillarse en el poder sin hacer nada por nuestro fútbol. Para qué queremos dirigentes pusilánimes a los que les tiembla la mano para investigar denuncias como esta.

Hay uno que jugó en la “U” con cara de tontito que también cobraba en un club ancashino. Cree que está piola, pero todos saben de quien se trata. Su equipo se fue a la baja porque Dios castiga, el karma existe. Dónde estará delinquiendo ahora ese enano de porquería que lucraba con los juveniles soñadores. Pasará a la historia como un mediocre jugador y vivo para llenarse los bolsillos que seguramente los compartían con su presidente o su gerente. Porque no creo que solo se haya llenado los bolsillos. En el mundo del fútbol todo se sabe, quienes son los limpios y quiénes son los sucios, delincuentes, que se escudan en complicidad de dirigentes que en lugar de sumar, restan en nuestro querido fútbol.

En buen romance, esto es una mafia. Y nadie mueve un dedo para desterrarla. Cuántos padres han denunciado estos actos delictivos y nadie les ha hecho caso. Si yo fuera Lozano citaría a este jugador a la Videna y le preguntaría cómo le solicitaron el dinero y quitarle el carné de por vida a ese delincuente disfrazado de entrenador. ¿Lo hará?. No creo, la verdad, me resisto a creerlo. Ojalá me tape la boca.