Por Fernando Jiménez
(Desde Buenos Aires, Argentina)
Buenos Aires amanece con lluvia, pero son esas gotas que caen por el excesivo calor. No duran mucho, apenas dos o tres horas, refresca y luego se calma. Ya son siete días que estoy por estos lares y me apresto a volver. El viaje ha servido para cargar un poco las pilas y empezar el año de manera diferente. Será muy difícil y agotador, pero ahí estamos para asumir ese reto. Hay Mundial a mitad de año y hay que estar pilas para dicha cobertura. Hay Copa Libertadores, Sudamericana, inicio de campeonato, Segunda Profesional, Copa Perú. Una tarea titánica.
Nada personal contra Paolo, me dijo Aldo Proietto. Le vi con un semblante que no lo decía de la boca para afuera. Además yo fui quien buscó la entrevista, no él. Y por poco no me la da tampoco, porque la quiso postergar para el día siguiente y ese cuento ya lo conozco. Aún recuerdo cuando Guillermo Coppola, me hizo entrar a su oficina para darme la acreditación en la Despedida de Maradona. Me hizo esperar como 10 horas y al final se escapó por la puerta trasera de su oficina. Si no hubiese sido por el doctor Alfonso “Calila” Carrera no entraba a Boca para ver esa despedida de Diego en el 2001. “Calila” se quedó echadito en su cama viéndolo por televisión y me dio su entrada.
Pensé hacer más notas. Pero la mayoría está fuera de la ciudad. Lo llamé a Carlos Bilardo, pero anda muy depresivo porque lo botaron de la radio donde tenía su programa de 11 a 12 de la noche. Quise entrevistar a Ariel Holan, pero aún no regresa de Nueva York, donde se fue a pasar su luna de miel. Me impresionó el día que campeona en la Copa Sudamericana y se puso a llorar. Pocas veces he visto entrenadores llorando después de lograr un título, aunque me contaron que Holan es hincha acérrimo de Independiente.
Boca ya está en plena pretemporada, pero no hay acceso a la prensa. El jefe de Prensa, es Miguel Ángel Vicente, hijo del periodista de CLARIN, del mismo nombre y nos dice que el “Mellizo” Barros Schelotto solo habla en conferencia de prensa los viernes después del entrenamiento. Lo vemos de cerca en las prácticas a Carlitos Tevez, se acerca, saluda. Los periodistas lo quieren. Es un tipo de barrio. Sonríen cuando le dicen que los chinos ya le dieron libertad y este año vestirá nuevamente la gloriosa de Boca.
Falta un día para volver a casa. Ya me pican los pies para estar nuevamente en Lima. La verdad que hay que salir para recién valorar que tenemos un gran país.