Por: Fernando Jiménez // Diálogos

“Diálogos”, es una obra cumbre de Platón, en el que el filósofo, el mejor alumno de Sócrates, explica una forma de interacción, un medio para negociar y llegar a acuerdos entre los participantes y a la existencia de un interés mutuo. Y eso es lo que faltó en el “Caso Renato Tapia” que todo el país se encuentra ensimismado. ¿Qué faltó? Yo creo que transparencia. Nada le costaba al señor Agustín Lozano, explicar a la sociedad, por qué se trata de esa manera este caso. Cada uno jala agua para su molino. Lo que más debe haber enojado a Tapia, es la falta de seriedad y compromiso. Según Tapia, ya le había comunicado a Lozano, ni bien llegó a la selección.

Y Lozano faltó a su palabra. Porque según Tapia le prometió solucionar el asunto y no lo hizo a horas de viajar a Estados Unidos para la Copa América. En estos casos, hay un Seguro de Expectativa, en la cual se paga una póliza, por decir de 100 mil dólares, de prima, de un seguro que puede costar 3 millones de dólares. Si la FPF pagaba esa prima y no pasaba nada con Tapia, las cuotas las debía asumir el club que contrate a Tapia, a posteriori, pero a Lozano, le ha debido asustar si nadie lo contrate y la FPF verse envuelta en esa deuda. Al mismo Franquito Navarro, su gerente deportivo, le debe haber faltado cancha, que no hubiese ocurrido con Antonio García Pye, quien es más ducho en estos menesteres.

Entonces, el quid de la cuestión es la falta de diálogo. En los mundiales FIFA se hace cargo del seguro de todos los futbolistas que participan. En Copa América, los periodistas acreditados estamos cubiertos con un seguro de 800 dólares por si nos pasa algo. No sé si esa cifra habrá subido, pero en la de Brasil 2019, nos explicaron que estábamos cubiertos por esa cifra. No sé si Conmebol cubrirá eso a los futbolistas, parece que no, sino Lozano hubiese optado por ello. Vamos a suponer que hay carencia de dinero en la FPF, está bien, puede ser cierto, pero nada le impedía al señor Lozano, aclarar el tema diciendo que no se ha llegado a un mutuo acuerdo entre Tapia y la FPF, respecto al Seguro.

En nuestro país se castiga renunciar a la Selección. Ya ocurrió con Jorge Olaechea, en 1989, cuando se negó a viajar con la Selección, a Montevideo, en el último partido de las Eliminatorias para Italia 90. “Mango” aducía que le debían mil dólares que le prometió el marino Carlos Castro Pareja, presidente de la Comisión Italia 90, y no lo hizo. Igual lo castigaron un año. Igual sucedió con “Balán” González quien le dijo a Miguel Company, el técnico, que no se sentía anímicamente bien para jugar ante Chile, en la Copa América 1991 y lo devolvieron al país y también lo castigaron. “Chemo” Del Solar renunció a seguir jugando, tras caer Perú ante Colombia en 1993. Pero no fue castigado, porque adujeron que no estaba convocado para el siguiente partido. Leguleyadas que la tomamos con soda, los periodistas de la época.

Perú juega esta Copa América, el 21 ante Chile, el 25 frente a Canadá y el 29 con Argentina. Un día después vence el seguro de Renato Tapia, con el Celta de Vigo. Hasta ahí no había ningún problema, pero qué pasa si Perú clasifica a la segunda fase y Tapia está sin seguro. Hubiese renunciado a seguir jugando, y el castigo sería inminente. En todo esto debe haber pensado que desistió a ir a esta Copa América y Lozano no podía tomarlo como renuncia, porque él estaba faltando a su palabra. No quiero seguir escribiendo sobre este tema porque tendría que conversar con ambas partes. Solo opino lo que vislumbro haya sucedido. El tiempo dirá quién de los dos tuvo la razón

Les sigo contando mi sexta Copa América. Fue en el 2015 en Chile. Hacía poco había asumido Ricardo Gareca, a quien veía con buenos ojos porque cuando tomaba café en la AFA, en la calle Viamonte, lo trataban con cariño, en los años 80. En el cafetín de AFA y en la que iban los personajes del fútbol, ahí observaba a Carlos Quieto, el empresario que vendió a más jugadores argentinos a Colombia, y Paco Casal, quien empezaba como empresario de futbolistas y el Tano Gutiérrez, le presentó a Enzo Francescoli, a quienes hizo socios de su empresa. Hoy millonario el uruguayo, dueño de Gol Perú.

En la Copa América 2015 salimos en tercer lugar. En el arranque Brasil nos ganó con las justas 1-0 y nuestro partido de quiebre fue ante Chile, que nos ganó porque expulsaron a Carlos Zambrano, y nos dejó con 10 hombre, si no nos ganaba Chile, Le hicimos pelea y ellos pasaron a jugar la final con Argentina y nosotros por el tercer puesto ante Paraguay, al que goleamos tras soberbia actuación de André “La Culera” Carrillos

El campeón fue Chile, con Jorge Sampaoli, en la dirección técnica. Empezaba bien la Era Gareca. Perú demostró tener buen fútbol. Con Paolo y Carrillo en la ofensiva. Cueva que se mostraba como revelación y no pudo jugar toda la Copa, la “Foquita” Farfán. Claudio Pizarro fue de espectador acompañando a la delegación. La próxima, les cuento mi sétima Copa América, en Brasil, cuando quedamos subcampeones en 2019