Por: Fernando Jiménez // Dibu, el gigante

Imponente. Asusta. Es un fanfarrón simpático. Su nombre es Emiliano Martínez, pero eso les interesa a pocos o a nadie. El mundo del fútbol, lo conoce como “El Dibu”. Un arquero argentino que gana partidos. Está por entrar en mi ránking de los tres mejores arqueros argentinos que he visto en mi vida: Amadeo Carrizo, el Pato Fillol, y ahora cada vez se acerca más el Dibu. Un espectáculo. La noche del jueves lo convirtieron en héroe, una vez más, de Argentina, que le ganó en la definición de penales a Ecuador.

La primera acción que tuvo impidiendo un gol fue cuando Jeremy Sarmiento apiló al Cuti Romero, a tres metros del área y cuando disparó el Dibu, se la sacó con la pantorrilla izquierda. Era gol, pero lo impidió. Sucede que él no solo ataja con las manos, sino también con los pies. Ya lo demostró en la final del Mundial 2022 ante Francia. Una sacada con los pies que valieron el título. Muy bueno también ese chico Jeremy Sarmiento, de 22 años, nacido en España, y de madre ecuatoriana.

Argentina pasó a semifinales, por mayor peso de equipo y por estructura. Aunque también admirable lo de Ecuador, con potencia, hilvanando jugadas y no tirándola al vacío. Indudablemente, lo complicó a Argentina y por momentos fue protagonista. Los gauchos adelantaron tras un córner con peinada de Mac Allister, hacía atrás (eso casi nunca falla) y le quedó servida al “Licha” Martínez para que de cabeza abra el marcador. Hasta ese momento Ecuador, lo complicaba con incursiones peligrosas de Ener Valencia, quien justamente erró un penal que era el empate transitorio. Los ecuatorianos sintieron el impacto.

Siempre me gustó la valentía de los argentinos, en las pelotas divididas, pero esta vez vi muchas artimañas. Rodrigo De Paul se tiraba a cada rato. Lo mismo Mac Allister, hasta Enzo Fernández, de quien tengo el mejor de los conceptos. Antes, no se veía eso en el fútbol argentino. Además, están protegidos por los árbitros. Una plancha artera (igual que la de Araujo ante Canadá) del Cuti Romero, era para roja, pero el juez y el VAR se hicieron los giles y no sancionaron. Esas cosas, no le hacen bien a Argentina, ante el continente. Pero en Conmebol pesa mucho esa camiseta, aunque no deben ser tan descarados.

Lionel Messi no estuvo en su noche, inclusive falló en la definición de penales. La picó, pero se le fue por arriba del travesaño. Ya no está para los 90 minutos intensos. La edad le juega en contra. Sigue siendo en crack, porque todo lo que toca hace daño, pero en este fútbol vertiginoso, es difícil. Buen partido de Nicolás Gonzales, Tagliafico en lo suyo por izquierda. Lisandro Martínez hace olvidar cada día a Otamendi y Lautaro arreglándoselas para sembrar peligro

Por el lado ecuatoriano me gustaron Ángelo Preciado, por derecha y Piero Hincapié, por izquierda, la solidez de los centrales, aunque a veces arriesgaban por querer seguir jugando. Su mediocampo impecable. Gruezo lleva el estandarte, Kendry Páez, el niño de 17 años que juega como grande, sin temor a las figuras de enfrente, hechura de Independiente del Valle, y complementan Alan Franco y Moisés Caicedo. Jeremy Sarmiento, tiene fútbol, apila bien, se saca a sus marcadores sin problemas. Un buen enganche ecuatoriano. Tanto corrieron que fueron cambiados casi todos en los últimos minutos, Y arriba Enner Valencia, en el ataque solitario y al que ajustan a su regalado gusto

Me gustó Ecuador, más que Argentina, que si le ganó fue por peso. Se fue eliminado y se fue su técnico, el español Félix Sánchez Bas. Si así despiden a un técnico que hace funcionar a Ecuador, el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, debe estar loco de la cabeza. En fin, ellos saben lo que hacen, pero me cuentan que ese presidente es un prepotente, dictador y soberbio. Y de esa manera no habrá técnico que lo aguante.

Hoy juega Uruguay ante Brasil, aunque los uruguayos ya les ganaron en eliminatorias, esta es otra historia. Por más que el equipo de Bielsa, ha impresionado a propios y extraños, cada partido hay que jugarlo. De lo que si estoy seguro que será electrizante de principio a fin y de alto voltaje.

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