Por Fernando Jiménez
Todo cambio en bueno, cuando es para bien. La interrogante es si dará resultado. La verdad es que no podemos estar cambiando de formato en el campeonato año tras año. Y eso obligó que le quitaran la organización a la ADFP y se forme lo que hoy llaman Liga 1 y Liga 2. Aunque ambos entes seguirán manejando a los clubes en la parte administrativa para no sobre cargar el trabajo de la Comisión que ahora tendrá la responsabilidad de organizar el torneo que anuncian.
Estuve en la Conferencia de Prensa que hubo ayer en la Videna. Empezó exactamente a las 2 y 05 de la tarde ante regular cantidad de dirigentes de primera, segunda y la prensa especializada. Me causó gracia ver bien uniformados a Agustín Lozano y a Genaro Miñán (Tumbes) del Directorio de la FPF. Así como a Víctor Villavicencio. Los tres con terno azul francia claro, camisa blanca y corbata roja. Escuché atentamente las palabras de Villavicencio y explicó cómo se iba a desarrollar este año el campeonato.
Después entró con un tono mesurado Agustín Lozano. Explicó la importancia de lo que iba a significar el torneo. Aclaró que solo era un presidente interino con los mejores deseos de hacer las cosas bien y protegiendo a los clubes. “Les prometo que cobrarán en un corto plazo lo que les corresponde por la participación de Perú en el Mundial de Rusia 2018. La idea es trabajar en conjunto por el bien del fútbol peruano”, señaló en parte de su alocución. Y ante una pregunta que hizo un coleguita dijo: “La Copa Perú seguirá teniendo ascenso directo al fútbol profesional”.
No sé por qué tus colegas siempre preguntan eso, me dice Genaro Miñán, al término de la conferencia y mientras degustábamos un sanguche triple con una Coca Cola helada en los pasillos. Si pues, le digo. Parece que no nos quieren. Y desean que lo manden a la Copa Perú a la tercera división que no existe. Y le recuerdo que la Copa Perú desde su fundación siempre tuvo ascenso. Y solo un año (1975) no gozó de ese privilegio y fue cuando campeonó Torino de Talara. ¿Y por qué fue? me pregunta Genaro. Le cuento porque el Chino Velasco, por ese tiempo nuestro presidente, se volvió loco y quiso que todo el fútbol profesional se vuelva amateur. Y de premio lo mandó a todo el plantel de Torino y a sus dirigentes a Cuba, cuyo presidente era su amigo Fidel Castro
Tomás Acha, a quien encuentro en los pasillos, no le da buena vibra a este torneo. “Los de Segunda no tienen ni para pagar a sus jugadores y les exigen que jueguen un torneo de Reservas. Y de remate le hacen jugar un Torneo Intermedio que clasifica a la Sudamericana”. Me rio. Se acerca Jorge Rojas “Rojitas”, delegado de Alianza Universidad de Huánuco y me cuenta que Jack Durán ya firmó por ellos. ¿No había firmado por un equipo de Abancay?, le pregunto. Y me dice: Le dijimos que no le convenía porque ahí iba a morir. Y con nosotros, sino respondía en primera, podía bajar a jugar a la Copa Perú. ¿Tú crees que responda?, me pregunta. Sobrado, pónganlo bien físicamente y será un Manco o un Cuevita. Son las 4 de la tarde. Hay que retornar a base.