Alianza Lima venció por 3-0 a Cienciano y los goles llegaron desde la banca de suplentes.
En un partido en que Alianza Lima salió a avasallar a su rival con prácticamente 5 delanteros con la intención de asegurar el primer gol de manera rápida, Cienciano alejaba y acababa con las intenciones de gol que, los íntimos también fallaban y los fantasmas parecían regresar a Matute.
Es así como, casi a la mitad del primer tiempo, Mariano Soso, envió a la cancha a Catriel Cabellos que entró por un sentido Franco Zanellato que se le vio con alguna lesión en el posterior del muslo. El joven peruano – argentino, se plantó bien en la banda y le dio mayor juego y profundidad a los íntimos.
Los minutos pasaban y parecía que el gol no llegaba y así se irían al descanso pero tras un gran contragolpe y un preciso centro de Juan Pablo Freytes, encontró a Catriel Cabellos bien ubicado al primer palo para recién al minuto 45+3, decretar el primero y enviar el partido al descanso.
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En la segunda mitad, Cabellos, continuaba de igual manera, dándole marca, juego y profundidad al equipo. Si bien más lo hemos visto por el medio, el jugador no desconoce el juego por banda y así lo aseguró al minuto 70 cuando, hizo una diagonal al área para que Sebastián Rodríguez, le filtre un preciso pase y decrete el segundo que ponía la tranquilidad en Matute.
Otro cambio que le dio otro ritmo al cuadro íntimo fue Jhamir D’arrigo quien ingresó al minuto 77, dándole un mayor vértigo por la banda izquierda, desequilibrando y asociándose de la mejor manera con sus compañeros. Ocasionó gran peligro en los últimos tres cuartos.
Tanto fue su aporte en este partido que, tras un gran cambio de frente de Catriel Cabellos, le cayó a los pies de Jhamir D’arrigo quien en dos toques, se acomodó para lanzar un preciso centro al punto penal para que aparezca Pablo Sabbag quien de fuerte remate de cabeza, decrete el 3-0 final.
Dos cambios que le dieron otro aire a un Alianza Lima que venía mostrando un asedio total a su rival pero que no encontraba los caminos necesarios para llegar a abrir el marcador y los ingresos de Catriel Cabellos y Jhamir D’arrigo desde el banco de suplentes, le aportó esa quimba y picardía que necesitaba el partido. ¡A seguir por esa senda muchachos!