Por Fernando Jiménez
Ayer por la mañana estuve en el programa de Philip Butters aceptando la invitación de Kike Bravo, su productor, el domingo por la tarde. A ambos los conozco hace muchos años de cuando iniciaban su carrera periodística, Philip empezó a mediados de los 90 y trabajaba en un programa con el doctor Johnny Baldovino, otro dilecto amigo de esos años. Así que estaba en familia. Al final de la entrevista, Philip me alcanza una carta en la que está las declaraciones de Paolo Guerrero que le envía a la FIFA y he decidido publicarla, aunque como es muy extensa, he rescatado algunos párrafos. ¿Cómo consiguió Butters este documento?. No me lo dijo, ni se lo pregunté. Pero esta fue su defensa:
“A principios de octubre, cuando estaba concentrado con la selección peruana, sentí un gran dolor en el estómago que me llevó a consultar con el Dr. Julio Segura, médico de la selección y la nutricionista, señora Saavedra. El doctor me recetó una pastilla y la señora que tomara un te de anís. Estábamos alojados en el hotel Swissotel de Lima y la señora habló con uno de los camareros y le pidió que me trajera un té de anís el cual lo tomé. Ese mismo martes, después del almuerzo, y estando con Jefferson Farfán, recibí la visita de mi madre, mi agente José Zegarra, mi hermano Julio Rivera y mis amigos Francisco Balbi y su novia Sofía Restrepo”.
“Mientras charlábamos, pedí un té de anís al mozo que atendía el salón al igual que Francisco y Sofía. Los demás ordenaron agua, café y gaseosas. El camarero trajo las distintas bebidas y el té fue traído en pequeñas teteras, listo para beber. Después de esto, Jefferson y yo subimos a la habitación. Antes de jugar el partido, el 5 de octubre del 2017 contra Argentina y cuando estábamos alojados en el Hotel Intercontinental en Buenos Aires sentí dolores de cabeza y escalofríos. Hablé con el doctor Segura y él me recetó medicamentos y recomendó que me hidratara. Por su parte la señora Saavedra me preparó personalmente un típico te de mate negro de una marca argentina y me lo dio”.
“Después del partido fui convocado para el control antidoping. Tuve dificultades para orinar y tras sugerencia del doctor encargado del examen fui a bañarme en el vestuario, donde tampoco tuve la oportunidad de hidratarme. Tardé 15 minutos y regresé al control. Durante ese tiempo, no estoy seguro que pasó con mi orina, si alguien la manipuló o no sin que yo lo supiese. Me pareció extraño porque nunca me había pasado eso en otros controles. Desde que estoy en Brasil desde el 2012 he participado en 13 controles oficiales y siempre salió negativo”.
Hay otros párrafos más. Pero esto considero lo más importante. La carta fue enviada desde Rio de Janeiro el 24 de noviembre del 2017 y tiene la firma de José Paolo Guerrero Gonzáles. Ahora está en manos de Gianni Infantino. Lo indulta o hace caso omiso a su suplica. En unas horas lo podremos saber. El país entero se encomienda a Dios.
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