Escribe: Fernando Jiménez
Yo empecé en el periodismo cuando desde la cabina de Helados D’Onofrio, Pocho decía: “Vamos con Carlos Enciso, camarín ganador, camarín Coca Cola, que hay para comer…”. Y entraba el “Primito” con su “Pollos y Parrilladas Hilton qué placer, para informarle Pocho que estamos con el Nene Cubillas y ya le dejo al habla con usted. Auriculares colocados y el Nene lo escucha”. Y uno en su casa escuchando la radio se emocionaba. Qué espectaculares eran esas transmisiones de Pocho, con quien ya de joven trabajé para Ovación, como corresponsal en Argentina y me latía el corazón a mil porque integraba esas transmisiones de uno de mis ídolos periodísticos.
Ahora un canal de cable compra los Derechos y los periodistas quedamos desamparados. Y nos ponen restricciones absurdas. Claro que antes éramos 30 periodistas y ahora hay más de cien. Los tiempos cambian. Ya no se puede pisar la cancha, no se puede grabar, ni filmar. Todo es para los que tienen los derechos. ¿Y los demás?. Que nos coma el Tigre. Yo soy planta baja, fui sí, y con mucho orgullo. Hasta ahora me emociono cuando estábamos detrás del arco y los arqueros volteaban y nos preguntaban ¿Cuánto falta?. Y les decíamos 10 minutos. O cuando el hermano del Bimbo Peña le gritaba a Martín Cera Tudela: “Mátalo al Coyote, hace rato que te está desbordando, aplícalo a ese bebón o mándamelo servido”. Y nosotros nos reíamos. Jugaban Defensor Lima – Sporting Cristal. Eran fines de los 80.
Debería haber facilidades. Zona Mixta, por ejemplo. Sino consolidan el monopolio. ¿Acaso los otros medios no promocionamos sus partidos?. O son solo ellos los que deben llevar la voz cantante y sonante de lo que ocurre en el campo de juego. Pocho se volvería a morir si viera esto. El monopolio es inconstitucional. ¿Sabrá el asesor del gobierno esto?. O solo está sentado en su oficina lustrándole los zapatos al presidente. ¿Y los asesores de los congresistas?. Está bien que los que pagan los Derechos tengan las prioridades, que tengan favoritismo para justificar su inversión. Yo me pregunto: Y si el gobernó determina la señal abierta para los partidos de fútbol como hizo la señora Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo con ayuda de Julio Grondona, ni se me ocurre pensar que Agustí Lozano haga eso.
Pero como el fútbol ahora es un negocio que ha enriquecido no solo a los futbolistas, sino a los dirigentes (FIFA Gate), ellos no mueven un dedo. Les interesa la plata, solamente el dinero. ¿Y si todos hacen una medida de fuerza y ningún periodista les cubre su campeonato?. No todos tienen cable. Pero esto es una utopía, no lo harán porque ya se sabe quiénes son los amarillos que no se plegarán a una medida de fuerza. No doy los nombres porque estoy de buen humor y porque no quiero infraccionar a la ética y moral de la profesión.
Lamentablemente, ya no tenemos dirigentes. Ni en el seno futbolístico, ni en el mismo gremio. Esa falta de liderazgo hace que tengamos que sufrir esta clase de humillaciones. Lo único que falta es que le cierren las puertas a los periódicos. Eso si sería el acabose.
