Rodrigo de Paul, la pieza que necesitaba Argentina para conseguir el engranaje perfecto.
La albiceleste es campeona del mundo y bicampeona de américa, logros que nadie les puede refutar pero nada de esto hubiera sido posible, sino fuera por Rodrigo de Paul. En él, encontró el balance que perfecto en el medio campo, el guardaespaldas que necesitaba Lionel Messi para jugar tranquilo sin mirar atrás.
«El motorcito» con mucho perfil bajo y por la sombrita, siempre pasa desapercibido porque todos las portadas se las llevan jugadores de ataque como Messi, Lautaro o Julián pero si somos más observadores, podremos darnos cuenta el núcleo desde donde nace la jugada para que Argentina pueda anotar el gol.
La base de un equipo, siempre es encontrar ese volante tapón que no solo, como los viejos tiempos, rasque y quite, sino que, ahora también, sepa tener el balón y jugar con sus compañeros y todo eso lo hace Rodrigo de Paul a la perfección. El famoso volante se a ganado todos los aplausos por su juego y entrega.
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“Otra más. Respeten los rangos. Ocho años los dueños de América”, fueron las declaraciones de Rodrigo de Paul, luego de obtener la Copa América y no es poco, ya que, el volante del Atlético de Madrid, durante estos años, a ido elevando su juego y se a ganado el puesto en base a coraje.
Es bien llamado, el guardaespaldas de Lionel Messi, dentro de la cancha, ya que, Messi, al confiar en el «Motorcito» que tiene atrás, que sabe que se va lanzar hasta de cabeza por recuperar el balón y cuando se la entregue, se la va a dar redonda con le gusta al 10, Lionel puede irse con confianza para arriba apilando rivales.
Así es señores, estamos en frente de uno de los mejores volantes del mundo en la actualidad que te da el equilibrio necesario para todo equipo en defensa y sabe darse maña para romper hacia adelante y entrar en el juego argentino que le a valido para ser como declaró: «Ocho años los duelos de América».