Los Celtics consolidaron su posición como líderes de la liga y lograron su octavo triunfo consecutivo
El sábado, los Celtics de Boston extendieron su dominio en la NBA al vencer a los Knicks de Nueva York con un marcador de 116-102. Puntos encabezados por Jaylen Brown (30) y Kristaps Porzingis (22).
Jayson Tatum fue fundamental en la ofensiva de los Celtics al anotar 19 puntos, respaldado por la sólida contribución de Derrick White con 13 puntos. Este dúo dinámico demostró su valía en el enfrentamiento, al sumar un impresionante récord de 10 triunfos en sus últimos 11 partidos.
Jalen Brunson lideró la ofensiva de los Knicks con una destacada actuación, anotando un total de 34 puntos, mientras que Josh Hart contribuyó con 16 puntos en el enfrentamiento. A pesar de los esfuerzos individuales, los Knicks fueron barridos por los Celtics en los cuatro encuentros de la serie en esta temporada.
Ventaja para los Celtics
Boston inició la segunda mitad con una ventaja de cuatro puntos, pero lo que siguió fue un despliegue impresionante por parte de los Celtics, quienes protagonizaron una racha avasalladora de 30-11, ampliando significativamente su ventaja en el marcador.
Isaiah Hartenstein logró reducir el déficit de Nueva York a 67-61 al encestar un par de tiros libres en un momento crucial del partido. Sin embargo, la respuesta inmediata de Kristaps Porzingis y Jayson Tatum fue contundente, ya que ambos jugadores encestaron triples consecutivos, elevando la ventaja de los Celtics a 73-66.
En un emocionante intercambio de canastas, Knicks y Celtics mantuvieron la intensidad en el partido antes de que Kristaps Porzingis tomara el liderazgo con una racha impresionante de 10 puntos consecutivos. Esta exhibición de habilidad y determinación permitió a los Celtics ampliar su ventaja a 88-71, con tan solo 3:53 por jugar en el cuarto periodo.
Los Knicks no se dieron por vencidos y respondieron con determinación al iniciar una racha impresionante de 13-2 que abarcó desde el final del tercer cuarto hasta el comienzo del último periodo, reduciendo la brecha a 99-90. Sin embargo, los Celtics capitalizaron hábilmente las pérdidas de balón y los tiros fallados por parte de los Knicks para desencadenar una ráfaga fulminante. Esta seguidilla permitió a Boston ampliar su ventaja a 109-90 con 4:43 por jugar en el tiempo reglamentario.
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