Acusan al padre de Claudio Pizarro

Ana Bracamonte
Ana Bracamonte

Madre de familia asegura que es inhumano por truncarle el futuro de su hijo al no firmar su carta pase cuando jugaba en Bolognesi

 

 

 

Escribe: Abel Saavedra

Fotos: Celeste Göhring

El maltrato a los menores en el fútbol peruano va poniéndose al descubierto. Desde esta tribuna a través de columnas de opinión y de informaciones hemos ido dando a conocer la vil forma en la que los jóvenes son sometidos en el balompié nacional.

En muchos casos inescrupulosos se aprovechan del sueño del menor para pedirle dinero a los padres, bajo la promesa de ubicarlos en un club y que el técnico de turno lo mantenga en el plantel a cambio de un pago por debajo de la mesa. En otros, pequeños de condición humilde son obligados a pagar un papel firmado si es que desean ir a otros equipos más importantes.

Lo cierto es que el universo de niños y jóvenes es uno de los más perjudicados en el Perú y ninguna autoridad toma el toro por las astas, para poner coto a estos actos de corrupción que ponen al fútbol peruano en el ojo de la tormenta.

En la madrugada de ayer, la señora Ana Bracamonte, una humilde madre de familia del Rímac, no pudo más y aprovechó el sintonizado programa “De qué hablamos esta noche” que conduce Héctor Felipe en RPP, para denunciar, nada más y nada menos que al directivo Claudio Pizarro Dávila, padre del futbolista nacional Claudio Pizarro Bosio, quien milita actualmente en el Colonia de Alemania.

Según Bracamonte, su hijo Christopher Revolledo, hace 10 años jugaba en las divisiones menores del Bolognesi de Tacna, donde una de las autoridades ya era el exmarino Pizarro Dávila. De acuerdo al relato de la señora Ana, en ese entonces, su menor hijo pasó dos pruebas en Alianza Lima, club que no solo le ofrecía la posibilidad de jugar sino que además iba a pagarle los estudios.

La felicidad parecía haber llegado al hogar Revolledo Bracamonte, pero el desencanto llegaría días después, cuando en el club íntimo solicitaron el documento que liberaba al joven Christofer del club Bolognesi.

Duthurburu sabe lo que pasó

Con la voz entrecortada, doña Ana recuerda que el actual presidente de la ADFP, Hugo Duthurburu, en ese entonces, representante legal del Bolognesi de Tacna, es quien le pide dos mil soles para que le den la carta pase de su hijo. Ella no tenía dinero, pero luego de unos días logra conseguir el monto, pero Duthurburu le dice que mejor hable con Claudio Pizarro papá.

La señora, como toda madre que quiere lo mejor para su hijo, pidió ayuda hasta de Diego Pizarro, hermano del delantero del Colonia, quien ofreció ayudarla. “Le supliqué al señor Pizarro Dávila, que por favor me otorgue el documento para que mi hijo pueda jugar en Alianza, pero él se negó. Llegué ir hasta su casa, pero nunca cambió de opinión. Me sentí frustrada, como hasta ahora”, refiere Ana a Todo Sport, que fue a su hogar en el Rímac.

La decepción de esta sufrida mamá fue terrible, fueron días muy oscuros porque sabía que se truncaba el futuro de su adorado Christofer, quien en ese entonces tenía 14 años de edad.

“Un papel pudo cambiarle la vida a mi hijo. Mi hijo entrenó hasta junio de ese año en Alianza y por ese papel que no quiso firmar el señor Claudio Pizarro (papá) le truncaron su futuro en el fútbol”, se lamenta.

Padres e hijos desamparados

Esta figura se repite en todas partes. Padres de condición humilde que no pueden reunir dinero para poder sacar a sus hijos de un club y llevarlos a otro con mayor proyección. “Me siento frustrada como mamá, siento que pude haber hecho algo más por mi hijo, porque mi Christopher es muy bueno jugando. Cuando vi a los jugadores de la selección festejando la clasificación al mundial, pienso que mi hijo pudo ser uno de ellos”, afirma llorando, la angustiada madre.

“No quiero desearle cosas malas a ese señor, pero cuando escucho que a su hijo lo critican porque no juega y que por eso no puede llegar a la selección que irá a Rusia, me pongo a pensar que él debe estar sufriendo por eso, porque uno sufre cuando le pasan cosas malas a los hijos”, refiere con resignación Bracamonte.

Tal vez este es tan solo uno de los tantos casos que desconocemos en el mundillo del fútbol peruano. Hay que hacer algo. Urgente.

 

Otra denuncia 

Ana Bracamonte, también denunció que el año pasado, una persona ofreció ayudar a su hijo para que juegue en el Ayacucho FC, pero a cambio le pidieron 5 mil soles. Este tipo de situaciones es una constante en nuestro país.