Escribe: Fernando Jiménez
Muy temprano, en la mañana, me llama Víctor Rostaing y me saca de la ducha. “Mencho vente a la una de la tarde donde Charlie que le hacemos un almuerzo a Mario “La Foca” Gonzáles ya que es su santo”, me dice por el celular. Unas horas después estamos en el restaurante de “Charlie” en Breña. Le dicen así porque tiene un parecido enorme al famoso cantante argentino Charlie García. Hay fotos y posters por todas las paredes. Todos con los campeones y los mejores equipos de Alianza de todos los tiempos. En la mesa se respira aire blanquiazul.
Está también en la mesa Pablo Villanueva “Melcochita”, junto a Alberto Masías y al dueño de santo. Masías le tiene un gran cariño a la “Foca”, como que hace algunos años lo llevó a trabajar a las inferiores de la San Martín. Melcocha está serio, no hace muchas bromas. Lo saludo a Juan de la Vega quien conversa con el Chevo Acazuzo y se arma la polémica cuando alguien pregunta: ¿Cueto o Pedrito Ruiz?. “Yo he jugado con los dos y eran unos monstruos, los pases largos de Cueto y la zurda prodigiosa era notable. Pedro daba pases milimétricamente y eran para el aplauso”, dice el Chevo. ¿Y Chale? Pregunta otro. “Roberto era un crack, pero la chamba de marca se la hacía mi compadre Lucho Cruzado”, señala De la Vega
En el centro de las mesas está el “Mago” Rodolfo Bazán frente a Jesús Peláez y Armando Leveau. ¿Te quedaste ya en Lima?, le pregunto a Bazán y me cuenta que va y viene cada cierto tiempo a Nueva York. ¿Tú no jugaste en Alianza no Jesús?, le pregunto a Peláez. “No, pero como soy de Breña y me hice familia de Victor (Rostaing) y los demás muchachos, por eso me ves siempre con todos ellos”, me dice el ex volante del Centro Iqueño y Sporting Cristal. Le hago recordar a William Huapaya cuando hace unos años fuimos al penal de San Juan de Lurigancho para un partido benéfico y le digo: Te acuerdas cuando todos los choros te pasaban la voz. Se ríe. Claro si todos me conocían porque yo vivía por Renovación en La Victoria
Me siento al lado de la “Foca” Gonzáles y le pregunto si sigue viviendo en el corralón de Jirón Trujillo en el Rímac. “Mira yo nací en el jirón Camaná y a los tres añitos me trajeron a ese corralón o sea son 82 años que vivo ahí”, y se ríe. Me dice que el Rímac siempre tuvo buenos jugadores. “Y no solo peloteros sino había artistas buenazos. Anota: Polo Campos, Pedro Miguel y sus Maracaibos, Los Destellos, Los Girasoles, Los Yorks. Te cuento que ahí nació un boxeador Alex Relly que era un fenómeno. Había un boxeador que no recuerdo su nombre que de un cachetazo mató a un caballo en el Hipódromo, imagínate la fuerza que tenía”, me comenta.
Le cuento que siempre recuerdo a don Victor Pasache cuando dirigía a los juveniles en Cristal. “Ese hombre era un santo. Cariñoso con los niños y un buen hombre que ya está en el cielo”. Llega el Patrón José Velásquez y charlamos entretenidamente un rato. Pero eso mañana les cuento. Le damos un abrazo a la “Foca” y le deseamos unos años más de vida. No te mueras nunca “Foquita”.
