Noche Rosada en Nueva Jersey

Víctor Hurtado y Héctor ‘Chueco’ La Torre
Grandes en la cancha y fuera de ella. Los recordados Víctor Hurtado y Héctor ‘Chueco’ La Torre, radican en Nueva York.

Escribe: FERNANDO JIMÉNEZ
Desde Nueva Jersey, Estados Unidos
Fotos: Walter ‘Pasarella’ Franco

Fernado Jimenez,La Torre y HurtadoEl intenso frío helaba los huesos. Cuatro grados de temperatura. Diez de la noche en Nueva Jersey, ciudad norteamericana que alberga a miles de residentes peruanos. Todos trabajan, no hay licencia para no hacerlo. Vamos en el auto del ‘Chueco’ a Paissac, a una media hora de Newark. Nos espera el “Vitucho” Hurtado en el restaurant de Miguelito Rojas, quien hace unos años fuera asistente de Roberto Mosquera en el Juan Aurich de Chiclayo. Ah­ encontramos al ‘Vitucho’con su bella pareja Norma Chauca, sobrina del ex crack rimense Roberto Chauca, por quien guardo un profundo afecto desde muy niño. Los abrazos de saludo. “Asu mare tanto tiempo que no te veo Mencho”, me dice Víctor. Un tema que lo contaré en una próxima columna.

¿Qué recuerdos de ese Boys del 84?

LA TORRE: Fue una etapa muy importante en mi carrera futbolística. Muy feliz por haber quedado en la historia del Sport Boys.
HURTADO: Teníamos una delantera bastante rápida. La conformábamos con Johnny Watson, que en paz descanse (murió en el Fokker en 1987), y el ‘Chueco’. Los tres teníamos gol, por eso logramos el título para felicidad de esa enorme hinchada rosada.

Sport Boys - 1984
Este es el equipo campeón del Boys de 1984.

¿Y los del mediocampo?

LA TORRE: La conformaba César “El Arrecho” Peralta, David Zuloaga y el “Pato” Cabanillas.
HURTADO: Mira los tres creativos. No había contención
LA TORRE: Recuerdas que Marcos (Calderón) dijo: “Yo quiero que jueguen los tres, pero quien marca”.
HURTADO: Y los tres tuvieron que marcar y por eso jugaron de titulares.
LA TORRE: Marcos se adelantó a la época. Puso tres volantes mixtos como les dicen ahora. No se acostumbraba jugar por esos años con tres creativos en el medio, siempre había que haber un neto de contención.

Pero cuando se tiene la pelota suple eso ¿No?

HURTADO: Así es. Mira que éramos un equipo corto de 15 jugadores. A veces alguno se lesionaba y el que entraba tenía que jugar igual que el titular. Tení­amos toque, Peralta era un 6 como hoy en día es Busquets en Barcelona.

¿Qué tal Marcos Calderón?

HÉCTOR LA TORRE: Para mí­ fue como un padre. Nos aconsejaba mucho. Tenía su carácter, pero era buena gente.
VÍCTOR HURTADO: Conmigo se llevaba excelente. La gente del Callao me decía que era bravo, pero nada que ver. Para mí fue uno de los mejores técnicos que tuve en mi carrera. Muy correcto y amante de la disciplina.

Marcos Calderón
El gran Marcos Calderón fue el conductor de ese gran tremendo elenco rosado.

¿Alguna anécdota con Marcos?

HLT: Varias. Marcos le gritaba mucho a Watson. Un dí­a en una práctica le dijo: Oye Watson ahora pásame a mí­ y se puso de defensa. Johnny intento amagarlo y lo choco cayéndose el profe al piso. Todos nos reíamos y cuando nos miró nos pusimos serios.
VH: Muchos decían que Marcos era duro para gastar. Un día nos invitó a Zuloaga, al “Pato” Cabanillas y a mí­ a tomar desayuno. El domingo en la charla técnica nos miró y nos dijo:” Ya pues, ahora quiero ver a Hurtado, a Cabanillas y a Zuloaga que ganen porque les he invitado su desayuno. Todos se rieron. Nos sacó en cara ese desayuno.

Buen equipo ese Boys ¿No?

HLT: Tapaba el “Chacal” Herrera, en la zaga estaban Puntriano, el “Nana” Mendoza, Pedro Requena y el “Gato” Espino, al medio Peralta, Cabanillas y Zuloaga y arriba Watson, yo y Hurtado.
VH: ¿Murió el “Chacal” no?
HLT: Sí, y nos dio mucha pena su muerte. Fue mi compañero también en La Palma de Huacho.

¿Quiénes fueron los defensas que mejor los marcaron?

Gol del ‘Chueco’ ante Huaral
Gol del ‘Chueco’ ante Huaral, Hurtado va a saludarlo y festejar.

VH: A mí­, Jaime Duarte, Roberto Vega, el mismo Roberto Arrelucea. No solo marcaban bien, sino que se proyectaban bien
HLT: A mí­ el que siempre me daba era ‘Pechito’ Farfán. Siempre que jugábamos ante Alianza yo era su caserito. Un dí­a Zuloaga me dice: cuando saltes con él, gira el brazo en una, hice eso y ‘Pechito’ cayó al piso. Me mentó la madre y me quería matar. De ahí­ santo remedio porque nunca más me dio. Ya me tení­a respeto, porque yo también era fuerte. José Ayala del ‘Muni’ antes del partido me decí­a tranquilo “Chueco” que no te voy a pegar y un día me privó (risas).

¿Antes se jugaba un futbol más rudo? ¿No?

VH: Así es. En el Chalaco estaban Arizaga y Prado. Uno te hería y el otro te mataba.

¿Quién fue el artí­fice de ese Boys campeón?

HLT: Para mí, Marcos.
VH: Mira que Marcos trajo después a un argentino Novoa para que reemplace a “Vitucho” y a Juan José Muñante para que juegue algunos partidos por Watson. Ya estaba tí­o, pero jugaba su pelota.

¿Y de ahí­ como continúa sus carreras?

VH: A mí me contrató el Peñarol de Montevideo y campeonamos. Mi entrenador era don Roque Gastón Máspoli. El arquero era Alvez, estaba también el “Tano” Gutiérrez, Antonio Alzamendi, Saralegui. Y ahora muchos de ellos están de coach. De ahí­ volví­ a la “U”y cerré mi carrera en Sporting Cristal en el 89. Ya el 90 me vine a Estados Unidos.
HLT: Me hicieron propuestas de equipos grandes, pero el comandante Labarthe me declaró patrimonio rosado y no me dejó salir. Ya después me fui a La Palma de Huacho, al Unión Huaral, pasé a Defensor Lima y cerré en San Agustí­n.

HABLEMOS DE LA SELECCIÓN

¿Cómo ven a nuestra selección?

VH: Bastante bien. Ya nos olvidamos del pasado de no ir 36 años a los mundiales. Se ve la mano del profesor Gareca. Al comienzo tuvo que lidiar con la indisciplina, pero supo manejar ese tema. Hoy en dí­a sin fí­sico y disciplina no se llega a nada.

HLT: Hemos mejorado en la tenencia del balón. En las eliminatorias pasadas no llegábamos a dar tres toques seguidos. Ahora llegan hasta 15 toques sucesivos. Ahí­ se ve la mano de Gareca. Aunque veo que aún falta un poquito de consolidación en Cueva, Yotún, Trauco al nivel de Paolo o Farfán seremos una potencia.

¿En qué más hemos mejorado?

VH: En marca. Antes jugábamos también bien, pero nos ganaban al final. El cambio obedece a lo buen entrenador que es Gareca. La seguidilla de triunfos le dan tranquilidad a la hinchada.
HLT: Vamos a ir con más confianza a Rusia si seguimos ganando.

¿Cómo los ven a cada uno en el puesto que ustedes jugaban?

VH: Me da gusto los progresos de “Orejitas”Flores, pero lo más importante de él es que es muy humilde. Él juega en el puesto que yo jugaba y la está haciendo bien.
HLT: Que te puedo decir de Paolo Guerrero. Extraordinario. Con decirte que tranquilamente puede jugar en el Barcelona en el puesto de Suárez.

¿Pasamos a la segunda fase del Mundial?

VH: Yo sí creo. Estoy seguro que sí pasamos.
HLT: Dinamarca y Australia no son grandes monstruos como para asustarnos. Francia ya es otra cosa, pero quién sabe que por ahí­ les ganamos.

UN VERANO EN NUEVA YORK

¿Hace cuánto tiempo que residen en Estados Unidos?

VH: Yo ya hace 28 años. Ya me acostumbré. Mis hijos son profesionales y me siento tranquilo, sin problemas. Acá hay que trabajar, no puedes darte el lujo de no hacerlo. Y además a mis 59 años todavía juego mi pelotita y me contratan para algunos partidos. Quizás algún día vuelva definitivamente al Perú porque se extraña a la familia.
HLT: Yo tengo 17 años acá en Estados Unidos. Uno tiene que sacrificarse por nuestros hijos. Yo soy entrenador graduado en la AFA de Argentina. Y ojalá algún dí­a pueda dirigir a un equipo profesional.
Aunque ahora se extraña menos porque la tecnología te permite estar cerca de nuestro país.
VH: Es verdad, yo escucho radio de Perú, veo lo programas de televisión. Cocinamos en casa comida peruana porque llegan los condimentos de allá. Hace un rato fui al hotel de la selección a saludar a los muchachos y a reencontrarme con Juan Carlos Oblitas y el “Loco” Quiroga quienes fueron mis compañeros en la “U” y Cristal. Veo una hinchada más contenta e ilusionada con el Mundial.
HLT: Me alegra la hinchada el feeling que tiene con la selección

Gracias a ambos. Me dio mucho gusto verlos. Amigos de hace muchos años. No tuvieron la suerte que tienen los jóvenes de ahora de estar en una selección nacional, pero bien se lo merecían porque fueron muy buenos futbolistas. Un abrazo y un apretón de manos selló el reencuentro con el “Chueco”y el “Vitucho”como los conocemos, quienes integramos la familia del futbol.