Por Fernando Jiménez
Ayer en la mañana, antes de ir a mi rutina de natación, en La Alameda Hacienda Club de Miraflores, lo escuchaba a Leo Rojas por Ovación que hay un rumor que Edwin Oviedo habría tomado la decisión de dejar la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol. Una hora después escucho lo mismo en el programa de José Valdeiglesias. Entonces, ya el rumor va tomando cuerpo. Me pregunto de dónde habrá salido ese run run que muchas veces es real y otras también para mandar al desvío a los periodistas para hacer eco a sus propios intereses.
Hace unos días conversando con un amigo le preguntaba: ¿Tú crees que Oviedo renuncie? Y me respondía: “Qué pretendes, qué se vaya preso. Es lo único que lo mantiene libre”. Lo real es que ya hubo una votación primaria en el pleno para anular un párrafo de la Ley de Reforzamiento en que quedaría sin efecto que se quede hasta finales del 2020. Falta una segunda votación que es la definitiva. El Congreso o mejor dicho los parlamentarios de Fuerza Popular con sus socios del APRA ya no lo pueden blindar. Hay mucho roche con todo lo que estamos viendo. Cabe la posibilidad que le bajen el dedo. Y entonces, esto, más las entrelíneas, que esbozó Ricardo Gareca en la conferencia de prensa última, en la que afirmó que está muy preocupado, es lo que habría obligado al señor Oviedo a tomar esta decisión.
El que lo sucedería es el ingeniero Agustín Lozano en su calidad de vicepresidente. Lozano viene de perder una elección para Gobernador Regional en Lambayeque. Y dicen que fue estrepitosa y solo acumuló unos cuantos votos. Aparentemente, es un profesional técnico, pero sin carisma. No tiene ascendencia, ni con sus pares, los departamentales. Y para ese cargo se necesita liderazgo. En todo nivel. En el trato, ante la dirigencia, frente a la prensa, en la toma de decisiones, en las proyecciones que su investidura requiere. No es lo mismo manejar un departamento que una federación. No obstante es el vicepresidente y si sucede lo que se rumorea tendría que asumir. Lo justo.
Pero acá hay una cosa que muchos no advierten. El mandato de esta directiva, no solo de Oviedo finaliza el 31 de diciembre de este año. Ya el 2 de enero tendría que haber otra directiva, pero como eso no podrá ser posible porque ahora los Estatutos se han cambiado y se han adaptado a la ley y a lo que dispone FIFA lo que va a suceder es que se instale una Junta Transitoria y funcionar como un cuerpo colegiado y ellos convocar a Elecciones porque el universo de votos ha crecido y ha cambiado. A mí me dijeron que el 30 de octubre era la última reunión para que los Estatutos queden oleados y sacramentados.
No hay nada oficial aún. Vamos a esperar el comunicado de la FPF, pero por el momento las aguas están movidas. Hay preocupación por lo que pueda suceder en las últimas horas.
