Paolo hizo temblar el Maracaná

Columna del Lobo
Columna del Lobo

Por Juan Carlos Esteves

El domingo los peruanos deben haberse sentido orgullosos, cuando en el mítico estadio Maracaná de Brasil, los hinchas del Flamengo corearon el nombre de Paolo Guerrero en su regreso a las canchas. Pocos futbolistas nacionales han tenido este privilegio en un templo del fútbol mundial.

Lo de Paolo fue grandioso y estoy seguro que conforme pasen los años, este momento importante en su vida adquirirá mucho valor. El Maracaná no es cualquier estadio. En este escenario se jugó una de las finales más memorables en una Copa del Mundo, la que organizó Brasil y campeonó Uruguay. Pero además la hinchada del Flamengo es una de las más grandes e importantes en el mundo.

Por todo esto, los aplausos que brinda el ‘Mengao’ no son gratuitos. El domingo Paolo Guerrero hizo temblar el Maracaná cuando corearon su nombre y eso debe ser orgullo nacional. Todo esto, porque son pocos los futbolistas peruanos que han originado explosión de los hinchas de clubes extranjeros en escenarios ajenos.

Uno de ellos fue don Julio Meléndez Calderón, quien triunfó en Boca Juniors a finales de los años sesenta. Su juego elegante en la zaga del club argentino fue tan importante que la hinchada de los xeneixes le brindó este estribillo en el legendario estadio de la “Bombonera”: “Y ya lo ve, y ya lo ve, es el peruano y su ballet…”. El defensa peruano era tan querido que cuando fue expulsado en un clásico ante River Plate, hasta la hinchada del club “millonario” se paró en las tribunas y lo despidió con estruendosos aplausos. Lástima que no existan videos, para ser testigos de tamaño reconocimiento.

Alguna vez también en el Camp Nou, se escuchó el “Choooolo, Choooolo…” cuando nuestro querido Hugo Sotil triunfaba en el Barcelona de España, allá por mediados de la década del setenta. Porque el ‘Cholo’ fue un triunfador con la casaquilla azulgrana al lado del holandés Johan Cruyff.

Recientemente Claudio Pizarro en el partido que su equipo Colonia se enfrentó al Werder Bremen, también recibió una gran ovación, del club donde regaló sus mejores goles en el fútbol alemán. El “Bombardero de los Andes” se lo merecía por la gran trayectoria que tuvo en esa institución.

También se habla de la gran idolatría que tenían los Tigres de México por Gerónimo Barbadillo. Lástima que tampoco hay videos de estos grandes momentos.

Pero lo de Paolo Guerrero sí quedó registrado y es un legado para la posteridad. Solo esperamos que el ‘Depredador’ llegue al mundial y con sus goles siga sumando más adeptos en nuestro país. Aunque creo que hoy por hoy, es uno de los futbolistas peruanos más queridos, por eso, lo que vivió en el estadio Maracaná es doblemente merecido.

Ahora le toca jugar el mundial de Rusia 2018, que haga goles y la hinchada peruano lo premie con una ovación inolvidable, coreando su nombre a lo grande.