Una pelota de trapo

Columna Pisando el área
Columna Pisando el área

Por Renato Landívar

Recuerdo que en los aniversarios de Alianza Lima, mi abuelo paterno, Javier, escuchaba un casette con todas las canciones del club. Eran los años 90, donde para deleitarse con música, utilizábamos la radio. Antes no existían, los walkmanes, discmans, mp3s o los celulares, que ahora cumplen varias funciones.

Comenzaba muy temprano, acompañado de un par de cervezas, y siempre que me acercaba, me contaba las historias de su equipo. En ese entonces, solo para él, yo era hincha íntimo, ya que solo lo hacía para generarle más empatía. Por aquel entonces, eso me daba mayores beneficios que a mis demás primos, todos de la ‘U’, al igual que yo en secreto. Me servía para obtener algún beneficio, ya sea regalos, dulces o demás.

Siempre cuando comenzaba la famosa una ‘Pelota de Trapo’, comenzaba a nombrar a ‘Perico’ León. “Yo nunca había visto a alguien cabecear un remate tan fuerte. Remataban, no le centraban, pero este negro giraba el cuello y las ponía adentro. Debe ser uno de los mejores delantero que vi”, me decía. “Alianza es el equipo de la gente humilde, por eso yo soy hincha de Alianza porque soy un trujillano del pueblo”, agregaba mientras cantaba siempre feliz inflando el pecho.

“He visto cracks hijito con esta camiseta, uno de ellos era Cueto, para mí por su juego más que Cubillas pero el ‘Nene’ tenía más goles. Eso creo que lo pone por encima. Sin embargo, el ‘Poeta’ tenía magia, daba pases con el taco, hombro y muslo. Eso falta ahora, en Perú se olvidaron de jugar así”, decía siempre al terminar una canción.

La nostalgia se apoderaba de él, cuando sonaba el tema en referencia de los caídos del Fokker. El Potrillo Escobar era único. También me gustaba Tomassini, ese tenía su mérito porque era un blanco que jugaba entre tanto negro y se imponía. No debieron irse. Ese piloto era de la ‘U’. El los mató”, repitiendo esas dos últimas líneas, siempre dejaba caer algunas lágrimas y su voz se quebraba.

Todo eso con el paso de los años, y más ahora en mí época de periodista, logré comprobar con comentarios de colegas con gran experiencia, que vivieron los hechos que me contaba mi abuelo. Los relatos coincidían. También pude comprobar que Alianza es el equipo del pueblo, sobre todo cuando me tocó presencia el ataque de los evangélicos el año pasado. Todos se pusieron de pie para ayudar a limpiar los alrededores del estadio de Matute. Incluso hinchas discapacitados.