RUMBO A RIO DE JANEIRO

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Este martes jugamos contra Bolivia y es el partido del descarte Si no ganamos podemos  estar de vuelta a casa el domingo por la noche Se anuncian cambios en el once del equipo. Flores y Carrillo irían desde el pitazo inicial

Por Fernando Jiménez

Mis compañeros me han dejado solo. Renatito (Landívar) editor de Todo Sport se despide el sábado por la noche, mientras me entrevista Ricardo Mora Morita por Ovación. Dame el enchufe, me susurra al oído. Es de mi tía, agrega. Le hago una seña que siga nomás, que no me interrumpa.

Sandro Centurión y Pablito Peña salen junto a él valijas en mano. Son las once de la noche.  Los tres van en busca del bus que los llevará a Rio de Janeiro y llegarán 24 horas después. Yo salgo el lunes a las 10 de la mañana en avión a Sao Paulo y de ahí hacer conexión a Rio. “Alquilaremos una triple, te esperamos allá”, me dicen a manera de despedida.

Un duchazo el domingo por la mañana. Prendo el televisor y nadie habla sobre el Día del Padre. Mi hija Andreita me saluda a nombre de mis tres mujeres que están en casa. Bajo a tomar desayuno en el hotel y nadie se saluda por el Día del Padre. Me parece raro. Termino de desayunar y me acerco al conserje: ¿Hoy se celebra acá el Día del Padre?. No, me dice
en su portugués que no le entiendo muy bien, pero percibo lo que me dice y agrega: Acá celebramos el día del padre el segundo domingo de agosto. Ah, con razón. Ya entiendo.
Me acerco a la mesa del comedor.

Abro mi laptop. Hago todas las conexiones. Los enchufes son distintos a los de Perú. He comprado un mouse nuevo inalámbrico porque el anterior se cruzó y justo llegué la noche
del sábado al Mall que está cerca al hotel donde me hospedo. Ya estaban cerrando. El grupo que ha creado Nico Rey, Jefe de Prensa de la FPF, por el whatsaap nos tiene informado de las actividades de la selección. “Hoy a las 10 de la mañana entrena Perú”, dice el mensaje.

Pocos le responden. La mayoría ya está rumbo a Rio de Janeiro. Renato (Landívar) lo  encuentra a Pacho Maturana en la zona mixta, ahora asesor de Dudamel en Venezuela. La
noche anterior, en la cena, le contaba cuando lo entrevisté en Guayaquil en 1997 cuando  dirigía a Ecuador. La vez que me dijo: “En un partido lo patearon a César Cueto cuatro  veces.

César jugaba conmigo en el Nacional de Medellín. La primera le dije al agresor que tuviera  cuidado. La segunda me mentó la madre, la tercera me acerqué a él y le advertí que si lo volvía a tocar las iba a pasar mal, en la cuarta lo volvió a patear, me acerqué a él y le metí un cabezazo. Me fui corriendo al camarín avergonzado.

Ni siquiera vi la roja. Me duché, salí en busca de mi padre que siempre iba a verme y al  acercarme me dijo: “No tengo nada que reprocharte: Defendiste el fútbol” Renato se emociona cuando le cuento. Tiene el teléfono de Maturana. Lo whatsapea. No le contesta. Lo encuentra en la zona mixta y le dice: “Profe soy de Todo Sport, le envía saludos mi
director Fernando Jiménez, ¿Lo recuerda?”. Maturana sonríe. Claro, si me daba con palo cuando dirigía la selección de Perú. Salúdalo, pero dile que no puedo dar entrevistas.

Dudamel me mata. No puedo pasar encima de él. Acá solo soy su asesor técnico.Hay que apurarse con el cierre de páginas. Es domingo y hay que estar atento de lo que sucede en Perú. A las 10 de la mañana salimos rumbo a Sao  Paulo. Hay que estar un par de horas
en el aeropuerto Salgado Filho de esta ciudad. Está a unos 20 minutos del centro. Hay que hacer escala en Sao Paulo y esperar dos horas para hacer la conexión a Rio a donde  estaremos llegando al filo de las 4 de la tarde. Inmediatamente ir al Centro de Prensa para retirar las entradas del martes día en el que Perú juega ante Bolivia. Así es el recorrido. No
hay tiempo para el turismo, Brasil es grandísimo y de ciudad a ciudad hay miles de  kilómetros de distancia. Y hay que recorrerlas nomás.