El bueno de Juan

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Escribe: Fernando Jiménez

A Juan Reynoso lo conozco de cuando tenía 15 años. Siempre fue seriecito y callado. Su mundo interior era mejor que el exterior. Lo conocí en aquella ocasión cuando fue con la Sub 16 que dirigía Roberto Chale en ese Sudamericano de Argentina que después se transformó en Sub 17. Estuve con los chicos casi todo el mes que duró su participación. Recuerdo que una vez nos íbamos en el bus a La Plata donde teníamos que jugar con Chile, aquella noche que les ganamos 2-0 con goles del “Borrego” Ortiz y Braulio Tejada, el hermano de Jessica. En el trayecto del viaje de ida el palomilla de Puchungo Yáñez me pregunta: ¿Fernando y tú hincha de qué equipo eres?. Y de inmediato le respondí de Alianza Lima. Casi todos los chicos se rieron, menos él. Y es que creían que mi respuesta iba a ser de Boca, River o Independiente.

Me sorprendió que él no se riera y me fui a su asiento para preguntarle por qué no se había reído y su respuesta fue: Es que yo juego en las divisiones menores de Alianza. Le di un abrazo y le dije: Haz quedar bien a los aliancistas. ¿Quiénes más juegan contigo en Alianza?, le pregunté y me dijo: El arquero Arturo Pérez Zuca,  Braulio Tejada y Lucho “El Potrillo” Escobar. Juan era un back central fino, con salidas claras de su área. Le vi un futuro enorme, pese a que contra Brasil por querer salir jugando le robaron la pelota y nos empataron. Increíblemente, a Brasil le ganábamos 1-0 con gol de Escobar. Y después, Juan volvió a fallar ante Argentina cuando Lorenzo Frutos le quitó la pelota, se la dio al hermano de Hugo “El Turco” Maradona y nos metieron un gol.

Ha pasado muchos años. Y el otro día lo escucho en una entrevista que le hicieron Kevin Pacheco y Diego Rebagliatti para RPP. Y en una de las preguntas, Diego le dice: ¿Juan lo pensaste mucho antes de aceptar dirigir al Garcilaso?. Y su respuesta fue: “Yo creo que ellos también lo deben haber pensado bastante sabiendo lo que hablan y dicen de mi”. Vuelve Diego a la carga y le comenta que los años no pasan en vano y ya esté en una etapa de madurez. “Mira Diego contigo somos promoción y ya casi somos cincuentones, claro que mi familia ha colaborado para que acepte. Mi esposa e hijos vendrán de México y eso es lo que me animó más”.

Me voy al túnel de tiempo y ese es el Juan que yo conocí. Aunque en el Sudamericano de Paraguay en el 99 estaba insoportable y hasta me negó el saludo. Cuando lo encaré si pasaba algo me dijo: “Es que un tu periódico nos dan con todo en esa columna de chismes y quizá sea eso por lo que estoy enojado”. Recuerdo que le dije: “Soy director, pero no le corto las manos a mis colegas, disculpa”. Después lo vi resentido con los periodistas. No quería dar notas. Y me preguntaba, qué mal se está conduciendo. En lugar de ser amable, actúa como un buen principista, que es bueno serlo, pero en el fútbol siempre se necesita de un apoyo. Me da gusto que haya tomado un rumbo más maduro. Es buen técnico y hasta candidato al buzo de la selección en el futuro.