Vuelve la ilusión

Columna En la boca del tunel
Columna En la boca del tunel

Por Fernando Jiménez

El fútbol tiene estas cosas. Y me vuelvo a ilusionar. Tres golazos espectaculares. Como  para disfrutarlos. El de Paolo tras buen pase a ras de Cueva, definiendo como los grandes, el segundo de Farfán tras centro de Paolo buscando su testa y adentro y el mágico gol de “Orejitas” que lo gritó todo el país. Un gol de pista, de cancha de tierra, de baldosa, de los que tienen fútbol en la sangre. Y uno que lo grita hasta enronquecer porque el autor es un chico humilde, que le puso la cereza a la torta. Por eso el país lo quiere.

El primer tiempo fue impreciso. Intentábamos, tocábamos a un toque, pero no lográbamos la contundencia que se urge en ofensiva. Una distracción provocó un penal y otra vez el VAR evidencio un off side que supuestamente cobró el árbitro ecuatoriano Zambrano. Hizo gestos de un cuadrado y en unos minutos de paralización y escuchando por el auricular marcó el punto de penal. Marcelo Martins lo concretó y tuvimos momentos de incertidumbre hasta que llegó el gol de Paolo.

El árbitro ecuatoriano parece que nos odia. Qué manera de cobrar pelotas divididas  siempre en nuestra contra. Eso maniató a Perú que jugó condicionado  temiendo un desastre del juez. Al menos yo lo vi de esa manera. Sino lo hubiésemos definido antes. Y no esperar ese conejo de la galera de Edison Flores quien ante un mar de piernas bolivianas hizo un quiebre que mandó a comprar pan a su marcador y al arquero. Golazo. Estupendo. Me quedo sin adjetivos.

Vamos a ir de a poco. Me dicen algunos colegas que es el punto de quiebre. Y me parece  que no. Eso podría suceder si le ganamos a Brasil el sábado, lo que no es imposible ya que no cuentan con su estrella Neymar. Y si Paolo está encendido, cualquier cosa puede pasar. Me gustó la posición en la que jugó Farfán. Está más cerca de su socio y se conocen de niños. Buena actuación de Polo. Como dijo Gareca en la conferencia. Tiene buen recorrido  por esa banda y por ahora está mejor que Carrillo. Me impresionó Zambrano, no es el defensor loquito de antaño que le gustaba raspar. Ahora piensa, medita y quita sin infraccionar. No recuerdo una falta de él ante los delanteros. Cada vez me encandila más Tapia. Es un soporte impresionante en el medio.

Esta vez tuvimos una buena dosis de buen fútbol. No como para enloquecernos, pero si para que vuelva la ilusión de retomar el camino correcto que lo tuvimos antes de ir a Rusia. Sueño con hacer una buena Copa América y si es posible superar los dos terceros puestos de las anteriores. Ellos tienen la palabra. Y el país la sensación que se puede.